El Gobierno nacional fijó un nuevo salario mínimo, vital y móvil (SMVM) con aumentos escalonados entre agosto y octubre de 2024, lo que representa un incremento del 16%, según una resolución publicada este viernes en el Boletín Oficial. La decisión se tomó después de que fracasaran las negociaciones entre empresarios y gremios en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, por tercera vez en el año.
El nuevo salario mínimo subirá de $234.315,12 a $254.231,91 en julio. Además, habrá aumentos adicionales en los próximos meses: $262.432,93 en agosto, $268.056,50 en septiembre, y $271.571,22 en octubre.
A pesar de estos incrementos, el salario mínimo sigue siendo el más bajo en 30 años y está muy lejos del pedido inicial de la CGT, que había solicitado un aumento a $480.000. Este nuevo salario afecta a todos los trabajadores comprendidos en el Régimen de Contrato de Trabajo, el Régimen de Trabajo Agrario, la Administración Pública Nacional y todas las entidades y organismos del Estado Nacional que actúan como empleadores.
Según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), la pérdida de poder de compra del salario mínimo desde fines de 2015 significa que ajustado por inflación, el salario mínimo en julio debería haber sido de $540.000.
El salario mínimo influye directamente en los trabajadores registrados que cobran menos del salario mínimo mensual o por hora y sirve como referencia para los trabajadores no registrados o informales. Además, determina que los jubilados con 30 o más años de aportes tienen derecho a cobrar el 82% del SMVM. Sin embargo, el 82% del SMVM de julio ($208.470) es inferior al haber mínimo de $215.580, por lo que no corresponde el pago de ningún adicional a esos jubilados y pensionados.
Este aumento del salario mínimo ha generado polémica debido a la distancia entre el incremento otorgado y las demandas de los gremios, así como a la persistente pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.