En los días posteriores a la denuncia presentada por Fabiola Yáñez contra el ex presidente Alberto Fernández, las llamadas a la Línea 144, que brinda asistencia en casos de violencia de género, aumentaron un 50%. Esta tendencia se observó principalmente el miércoles y jueves tras la acusación, cuando muchas personas buscaron apoyo e información.
El aumento en las consultas se debe a la mayor visibilidad del tema y a la difusión de la línea 144. Sin embargo, hay preocupación sobre cómo la línea podrá mantener su capacidad de respuesta tras las reestructuraciones realizadas por el Gobierno, que ahora la ha colocado bajo la órbita del Ministerio de Justicia.
Cada vez que una figura pública denuncia violencia de género, acoso o abuso sexual, la demanda en la Línea 144 tiende a aumentar significativamente. Un caso emblemático fue el de Thelma Fardin, que provocó un incremento del 240% en las consultas. El reciente caso de Yáñez sigue el mismo patrón, reflejando la importancia de estos testimonios en el impulso de las denuncias y en la búsqueda de ayuda por parte de otras víctimas.
Antes de la reestructuración, la línea 144 dependía del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, pero ahora ha sido degradada a una subsecretaría bajo el Ministerio de Justicia. Este cambio genera interrogantes sobre cómo afectará la capacidad de respuesta de la línea, especialmente en momentos de alta demanda como el actual.
