La “Casa de los Iglues”,denominada así por los vecinos, fue conocida en el ultimo tiempo por un hecho de violencia. Dos jóvenes fueron asaltado por un vecino que se escondió dentro de la construcción abandonada y el caso se hizo público generando preocupación entre los habitantes de la ciudad del limón.
A raíz del hecho, su dueña Lidia Martorell junto al intendente Javier Noguera propusieron revalorizarla y transformarla en un centro de interpretación que relate la historia del hombre americano desde su aparición en la zona tucumana.
La imponente construcción arquitectónica está compuesta por tres formaciones conectadas entre sí y tiene 250 metros cuadrados, pero el terreno donde está emplazada es de mayor dimensión y puede apreciarse la vegetación autóctona que la rodea.
El proyecto contempla la creación de diferentes espacios, entre ellos un microcine y un laboratorio que procese los hallazgos arqueológicos o realice las curaciones de las obras que se reciban.
El terreno que se ubica frente a la edificación también es propiedad de la familia Martorell y quedará a disposición del proyecto. En él se planifica, según el proyecto preliminar de lo arquitectos a cargo, la creación de un estacionamiento que dará mayor fluidez al tránsito vehicular, y se ubicará la feria de artesanos generando un espacio de esparcimiento y paseo comercial.
Los terrenos estarán conectados de manera subterránea, y es por ello que la municipalidad de Tafí Viejo ya se encarga de los estudios topográficos, mientas que el diseño está en manos de Osvaldo Martorell, reconocido arquitecto tucumano y hermano de la propietaria.
El lugar posee un encanto natural para quienes se acercan a buscar fotografías o recorrer por curiosidad sus desolados pasillos. La edificación contrasta con las existentes en la zona y su ubicación permite observar desde un punto elevado el paisaje: un lugar único.