Un final dramático. Escrito por un maestro del suspenso. Dos grandes equipos. Argentina fue más, durante 70 minutos mostró un despliegue por toda la cancha que abrumó al rival. Y sin embargo, Kilian Mbappé se acordó de aparecer en los últimos minutos: 80 y 81 minutos. Un golpazo para un seleccionado que había hecho todo bien con un juego sorprendente de la mano de Lionel Messi y Angel Di María pero con un acompañamiento general que dejó empequeñecido al entonces campeón del mundo.
Y entonces llegó el destino de un gigante. Dibu Martínez fue aquel que volvió a cruzarse para gritar Campeón