Alumnos de una escuela de Graneros piden agua potable y transporte para poder ir a estudiar

Publicado el: 4 agosto, 2015

A 94 kilómetros de la capital tucumana, se encuentra la localidad de Graneros,  allí está la escuela Nº191 “El Palancho”, a la que asisten aproximadamente 150 alumnos tanto de nivel primario como secundario provenientes de zonas rurales que se encuentran diseminadas por el lugar.

Desde el 14 de enero, esta escuela -al igual que muchas otras- sufrió las consecuencias de las inundaciones que afectaron, principalmente, al pozo de agua que usaban los alumnos para consumo.

Antes de la desgracia, desde de la ONG ambientalista “Ave Fénix”, se venían haciendo denuncias sobe  la fumigación aérea en los campos de maíz y granos que rodean el establecimiento. Aseguraban que los alumnos quedaban expuestos a las estelas químicas que emanan las avionetas, sin conocer la realidad que vivía la escuela en otros ámbitos.

“Fuimos al lugar por una cuestión netamente ambiental en la zona y nos dimos con las penurias que pasa la escuela, alejada de todos los servicios. Ahí nos enteramos de que, después de la inundación del 14 de Enero, el pozo del establecimiento había colapsado. Las autoridades vienen reclamando desde hace tiempo esta cuestión, ya que cuentan con la bomba nueva y el motor, pero el organismo responsable de la preparación del pozo, Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (Sepapys ), a cargo del interventor Cúneo Verges, no da aún una solución”, relató Gustavo Masmud, docente y presidente de la ONG.

Ante esto, la comunidad educativa de El Palancho formó parte de la solución más que del problema. Cada maestro y profesor tomó la decisión de trasladar por sus propios medios, bidones de agua de hasta 10 litros todos los días para solucionar las necesidades más básicas de los alumnos, lavar los alimentos, cocinarlos, lavar las vajillas, etc.

La escuela cuenta también con un comedor que brinda -o al menos trata- un desayuno y almuerzo diarios. Pero ni el comedor se escapa de las necesidades. Los más afectados aquí, y casi obligados a padecer hambre, son los alumnos del nivel secundario.

De acuerdo a la información suministrada por Ave Fénix y autoridades del lugar, se quitó de la dieta el pan. Por cuestiones presupuestarias, el Ministerio decidió dejar de alimentar a los adolescentes y solo brinda un monto de $ 5 por alumno.

“Es muy duro ver que en el momento en que comen los chicos de la primaria, a los de la secundaria los trasladan a otro sector de la escuela para tratar de entretenerlos y así no tienen que ver como comen los más chicos. Muchas veces los mismos docentes tienen que salir a pedir alimentos para palear y evitar esta situación. Son decisiones que se toman en el Ministerio de educación”, refirió Masmud.

Pero no sólo el agua potable  y el almuerzo castigan a los niños y adolescentes del Palancho. El traslado hacia el establecimiento es una necesidad que el Ministerio decidió ignorar. La mayoría de los alumnos vive a 15 kilómetros de la  escuela y no tienen transporte  para llegar. Por eso, los maestros y profesores, una vez más,  tomaron la decisión de intervenir.

“Entre los profesores y maestros tienen que hacer la vaquita todos los meses, separar algo de sus sueldos y juntar $ 8000 para pagar un transporte público así el chico llegue a la escuela” contó Gustavo en comunicación telefónica con Periódico Móvil.

La escuela rural 191 del Palancho no es la única con necesidades, pero sí la más castigada por la indiferencia del Estado. Muchos niños y adolescentes pasan de vivir la pobreza en sus familias, para seguir con las carencias por parte del Estado. Un Estado que debe garantizar el derecho a  una educación digna, pero que hoy maneja presupuestos millonarios para campañas electorales.

Por ahora, esta escuela sólo sobrevive gracias al amor por la profesión y la ayuda social de un grupo de 30 docentes que día a día, brindan agua, alimentos y transporte a los alumnos del Palancho.

Fuente: Periodico Movil / Isaias Cisneros.

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