El patio de un colegio privado religioso de la capital, ubicado en Avenida Sarmiento al 200 amaneció la semana pasada repleto de carteles con las leyendas: “las diferencias nos enriquecen, el respeto nos une”, “ la homosexualidad no agrede ni contagia”.
De acuerdo a lo manifestado por familiares de alumnas que asisten al establecimiento, una autoridad del colegio les habría sugerido a las alumnas que no tengan contacto con mujeres lesbianas porque podían enfermarse. Esta situación desencadenó en una sentada realizada por las alumnas a modo de protesta por las expresiones homofóbicas vertidas por la autoridad.
Las propias estudiantes aseguraron que la sentada y los afiches son una demostración de apoyo hacia una compañera que sintió que con esas expresiones estaban interfiriendo en su vida privada, además de considerar que se trató de una apreciación discriminatoria.