El gobierno de Italia anunció este viernes una reforma que restringe el acceso a la ciudadanía por descendencia, lo que afectará a muchos argentinos. A partir de ahora, solo podrán solicitarla quienes sean hijos o nietos de un ciudadano italiano. Antes, la ley permitía que descendientes de tercera y cuarta generación también accedieran a la nacionalidad bajo el principio del “ius sanguinis”.
El cambio fue impulsado por el Ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, quien explicó que la medida busca evitar abusos y el uso comercial de los pasaportes italianos. Además, el gobierno de Giorgia Meloni argumentó que la decisión permitirá optimizar los recursos, mejorar la atención consular y evitar el colapso del sistema administrativo.
La reforma se implementará en tres etapas. En primer lugar, se aplicarán las nuevas restricciones de inmediato. Luego, se exigirá que quienes residen en el extranjero demuestren vínculos reales con Italia, como ejercer derechos y deberes ciudadanos cada 25 años. Finalmente, el trámite de ciudadanía dejará de realizarse en los consulados y pasará a una oficina central en la Cancillería italiana. Este proceso tendrá un período de transición de un año.