La muerte de una niña de dos años en Mar Chiquita, Buenos Aires, alertó a las autoridades sanitarias tras confirmarse que fue causada por leptospirosis, una enfermedad bacteriana que se transmite de animales a humanos. En el barrio donde vivía la pequeña, al menos 20 perros estarían infectados, según las investigaciones. La familia de la niña denunció mala praxis en el hospital, señalando que desde el 21 de octubre ya se conocía la presencia de la bacteria, pero que la atención médica fue inadecuada.
La leptospirosis es causada por una bacteria que se encuentra en la orina de animales como roedores, perros, vacas, cerdos, caballos y especies silvestres. Aunque estos animales pueden portar la enfermedad sin mostrar síntomas, las personas pueden infectarse y experimentar desde fiebre y dolor muscular hasta complicaciones graves si no se atienden a tiempo. En Europa, también se han registrado varios casos recientes, lo que ha generado preocupación.
Los síntomas de la leptospirosis suelen parecerse a los de una gripe, con fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares. Sin embargo, la infección puede avanzar y requerir tratamiento intensivo. La leptospirosis se trata con antibióticos, siendo más efectivo el tratamiento si se administra durante la primera semana de síntomas.
Para prevenir la leptospirosis, se recomienda evitar el contacto con aguas estancadas, mantener los patios y terrenos libres de basura y controlar la presencia de roedores en las casas y alrededores. También es importante vacunar a los perros en zonas afectadas y utilizar guantes y botas de goma al realizar tareas de limpieza o desratización. En áreas rurales, se aconseja mantener la higiene al manipular animales de producción y usar siempre protección al trabajar en zonas húmedas o en contacto con tierra.
La prevención y la rápida atención médica son claves para evitar contagios de leptospirosis y proteger la salud pública en las comunidades.
