La Municipalidad de San Miguel de Tucumán está siguiendo de cerca las obras de instalación de un alambrado que realiza el club Tucumán Lawn Tennis en el parque 9 de Julio. La situación surgió tras una queja vecinal ante la Defensoría del Pueblo, lo que encendió las alarmas sobre la legalidad de la obra.
El secretario de Espacios Públicos del municipio, Luciano Chincarini, informó a LA GACETA que estaban al tanto de la situación desde hace semanas gracias a los trabajadores municipales que monitorean el área diariamente. “El director del parque 9 de Julio me informó rápidamente y fui a verificar la situación”, explicó Chincarini. Inmediatamente, se involucró a la Fiscalía Municipal y a otras reparticiones competentes, como Catastro y Espacios Verdes. “Se conformó una mesa de trabajo con Lawn Tennis y los distintos estamentos involucrados”, añadió.
Chincarini subrayó que uno de los objetivos es asegurarse de que se respeten los parámetros de la concesión de ampliación otorgada al club en 2014 y que se cuente con los permisos correspondientes. “No se puede avanzar con obras sin el consentimiento del municipio”, enfatizó.
Por su parte, el presidente de Lawn Tennis, Jorge Cheín, aseguró que la superficie otorgada por la Municipalidad está perfectamente delimitada y que la concesión mediante ordenanza sigue vigente. “Esos límites nunca habían sido ocupados en su totalidad”, explicó Cheín. También mencionó que la instalación de la cerca perimetral fue necesaria debido a problemas de inseguridad. “Hablamos con la gente de la Municipalidad, que hizo las gestiones correspondientes, por lo que se hace esta obra de cerramiento”, afirmó el directivo.