Los restos óseos de un hombre desparecido fueron encontrados a mediados del mes de agosto en un basural de la ciudad de General Roca, Río Negro. Se trata de un abuelo que llevaba desaparecido desde el 10 de enero de 2019. Se lo había visto por última vez en el barrio 250 viviendas. El Laboratorio Regional de Genética Forense pudo constatar que dichos restos pertenecían a Luis Sosa.
Luego de confirmar su identidad, los restos del abuelo de 78 años fueron enviados a la familia en una caja de cartón. Esto no hizo más que aumentar la tristeza de sus seres queridos. A su vez, provocó la ira de su nieta Verónica quién publicó la imagen de la caja en redes sociales, adosada con un texto.
El descargo de su nieta Verónica
En dicha publicación, la nieta del abuelo desaparecido reclama haber recibido los restos de su ser querido como si se tratara de nada. Expresa querer exponer al poder judicial mediante su escrito, diciendo que a este organismo poco le importan los integrantes de la sociedad. Por último, declara no querer descansar hasta conocer qué es lo que le ocurrió a su abuelo a quien hicieron desaparecer.
En su diálogo con el portal rionegro.com.ar, afirmó que tampoco podía llevar los restos al cementerio ya que no le habían entregado el certificado de defunción. El Poder Judical se desligó rápidamente de la responsabilidad, dejando en claro que la preparación de los restos para la entrega y la elaboración de certificados de defunción recaen solamente en el Cuerpo Médico Forense.