A dos años de la prohibición a comercios de vender con bolsas de plástico en varios puntos del país, desde el sector de fabricantes denuncian que se perdieron casi 10 mil puestos de trabajo y denuncian una mala implementación.
De acuerdo con fuentes de Ecoplas, la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP) y de la Unión de Obreros y Empleados Plásticos, desde la prohibición cerraron 90 empresas productoras y se perdieron 2.400 empleos directos y 7.200 indirectos. Además hablaron de un perjuicio económico de 1.600 millones de pesos.
Según datos que maneja el porta, la industria del plástico genera en el país 54.560 puestos de trabajo de los cuales el 71 por ciento es de micropymes (de entre uno y diez empleados), al tiempo que 2.805 pymes representaron en los últimos cinco años una inversión de 10.110 millones de pesos.
“Se copia y se pega mal; se prohíbe en vez de educar”, lamentó Sergio Hilbrecht, gerente de CAIP y reveló que en “Europa se tardó de 5 a 10 años en la reconversión, acá dieron 3 meses para sacar las bolsas”. En ese sentido amplió que “cuando legislan, no piensan en la alternativa”.
“Para reconvertirse se necesita tiempo y capital”, agregó Julio Bisio, de la comisión directiva de Ecoplas y expuso que “hoy la financiación no existe y las tasas no dan para la rentabilidad del negocio”.
Otro tema que alarma al sector es el proyecto de ley para prohibir sorbetes y otros artículos descartables que acaba de ingresar en la Legislatura porteña. Según estimaron, de aprobarse esta normativa unas 30 empresas cerrarán sus puertas, dejando sin trabajo a 600 empleados directos y 3.000 indirectos. Las pérdidas económicas que calcularon, en tanto, alcanzan los $ 600 millones por año.
Verónica Ramos, gerente de Asuntos Gubernamentales y Comunicaciones de Ecoplas, afirmó que las medidas del Estado alrededor del sector son “efectivistas”. Para ella, “falta en los legisladores conducta de concientización ciudadana, no hay una idea de promover la circularidad del plástico”.
En ese sentido, si bien se reciclan 225 mil toneladas de plástico por año, la industria recicladora tiene una capacidad ociosa del 50 por ciento por la baja separación de residuos.