Cuatro personas están en la mira de la investigación del posible crimen de Rocío Milagros Rojas, la nena de 4 años que está desaparecida desde el mediodía del jueves. Se trata de quienes pertenecen al entorno familiar de la nena y vivían con la niña. María Graneros, de 37 años, la madrina de la nena y su yerno Mauro Leonel Véliz, de 21 años, son dos de los sospechosos que “se quebraron” y dieron versiones que son investigadas en estos momentos por los pesquisas.
Un tercer sospechoso, es la pareja de Graneros, Hernán Edgardo Caro, de 36 años. La hija de Graneros, quien también vivía en el lugar con la nena, también fue demorada aunque por ahora no se dispondrían medidas contra ella.
Una de estas personas explicó al ser interrogada que “la niña habría muerto accidentalmente, tras sufrir una descompensación”, algo que los pesquisas ponen en duda, sobre todo al considerar los detalles de esa declaración.
“Amaneció muerta y no quisimos llamar a la policía porque no nos iban a creer”, habría explicado una de las personas involucradas. Esto forma parte de la investigación que realiza los investigadores. La policía cree que los implicados tomaron la decisión de quemar el cuerpo de la criatura durante la madrugada del jueves en procura de borrar las huellas del crimen.
La policía centró el trabajo en el asentamiento San Ramón aunque luego la búsqueda se extendió hacia una zona ubicada en las márgenes de Río Colorado, donde también hallaron pistas en el marco de la investigación.
Dos lugares diferentes y un periplo
Una de las personas implicadas dio indicios de un posible periplo que pudieron realizar los implicados en busca de deshacerse de los restos de Rocío. Los pesquisas dieron con indicios en dos lugares diferentes: uno donde hay un pozo que es inspeccionado por los especialistas donde hallaron huellas de una motocicleta. Un equipo forense examina un predio ubicado detrás de la ex papelera en la zona en procura de avanzar con la investigación: en el lugar, los especialistas detectaron una parte del terreno que se encuentra quemado, por lo que las medidas se centran en ese lugar.
Las huellas de un vehículo similar fueron halladas en otro lugar cerca de río colorado, junto con otros indicios de que existió una combustión en el lugar.
Una prenda
Los investigadores también analizan una prenda que fue hallada en busca de determinar si pertenece a la víctima. Al momento de su desaparición, Rocío vestía un jeans color azul, un tapado color blanco con dos botones al frente y calzaba “sapitos” de color rosa; es de contextura delgada, tiene cabello largo, tez blanca y ojos marrones.
La criatura vivía en un complejo entorno de vulnerabilidad. Su padre se encuentra preso por una causa vinculada por abuso sexual, que, en principio no involucraría como víctima a la nena pero si a otros miembros de la familia. En tanto que la madre de Rocío tiene serios problemas de adicción, según las primeras evaluaciones que hicieron los investigadores.
Todo forma parte de una investigación que se va haciendo compleja a medida que surgen los detalles macabros del caso.
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