Un vecino de Elena Dora Marinic fue quien puso a la policía en alerta al advertir que hacía varias horas que no veía a la mujer de 88 años por el barrio, en la localidad bonaerense de Ituzaingó. Finalmente, a la jubilada la encontraron asesinada y con las manos atadas con una sábana.
La puerta entreabierta del domicilio donde vivía la víctima, en la calle Posadas al 1300, fue el siguiente indicio que alimentó la inquietud, y el desorden que había en toda la vivienda fue la última mala señal antes de descubrir la escena del crimen.
El cuerpo de la anciana estaba tirado en el piso del living y tenía sujetados sus brazos con los pedazos de una sábana, y un trapo en la boca a modo de mordaza. Ya estaba muerta y ninguna maniobra logró reanimarla. Los peritos que trabajaron en el lugar detectaron después que faltaban algunos objetos de valor, por lo que se presume que la mujer pudo haber sido víctima de una entradera fatal.
No había rastros de los delincuentes, por lo que los videos de las cámaras de seguridad de la zona son claves para los investigadores en busca de pistas para identificarlos, y no descartan tampoco que fueran conocidos de la víctima, y que ella misma les haya permitido ingresar a su casa.
El caso es investigado por la fiscal de turno María Laura Cristini, de la Unidad Funcional N° 2 de Ituzaingó, dependiente de los tribunales de Morón, quien espera el resultado de la autopsia para determinar cuál fue la causa de la muerte de la mujer.
Violenta entradera e infarto en Córdoba
Las imágenes de una violenta entradera ocurrida días atrás en la provincia de Córdoba se viralizaron en las redes y tuvieron repercusión nacional. La víctima estaba haciendo tareas domésticas en su casa cuando se encontró con delincuentes. Gritó, uno de los ladrones la golpeó y entró a la vivienda. La mujer se resistió, mientras ingresaban cómplices que primero le taparon la boca y después la tiraron al piso, y le ataron precintos.
Los hijos del matrimonio estaban en la casa al momento del violento robo y, al escuchar los gritos de su mamá, se escondieron en la planta alta. Desde allí, llamaron tanto a su papá como a la policía, que envió patrulleros a la casa. Después del shock por la aterradora situación que sufrió, la mujer sintió un dolor en el pecho. La llevaron a un centro de salud y le diagnosticaron “un pequeño infarto”, según dijo su esposo. Le hicieron cateterismo y permaneció 72 horas internada en terapia intensiva.