Como cada año, Héctor José Barrionuevo espera la fecha del 8 de diciembre ansioso, expectante y feliz. El tucumano, que se encuentra en silla de ruedas, es un fiel peregrino de la Virgen del Valle de Catamarca, y a pesar de que este año advirtieron que la celebración no iba a poder ser presenciada por personas de fuera de esa provincia, él decidió arriesgarse y por eso se encuentra en pleno viaje hacia la vecina ciudad.
En este 2020, su sonrisa es más amplia, a pesar de la pandemia él quiere estar presente, porque será el primer año en el que su foto, estará en el manto de la santa patrona. “Voy representando a todos los peregrinos que no pueden venir por la pandemia”, afirma Héctor, que cuenta que cada tanto, se encuentra con algún otro peregrino quien lo alienta a seguir con su objetivo.
“Voy todos los años a cumplir mi promesa. No sé si me van a dejar entrar, pero llegaré hasta los límites con Catamarca y, si no me dejan pasar, yo ya he cumplido con la virgen”, cuenta el hombre que transita más de 230 kilómetros, que los separan desde su casa, en nuestra capital, hasta la figura religiosa. Para él, será el séptimo año que va en su silla de ruedas hasta la celebración, cuenta que todo el mundo lo recibe con un cariño sincero, que lo anima a seguir su tradición conforme pasan los años.
La tradicional procesión de la Virgen del Valle, que se llevará a cabo el 8 de diciembre, en esta oportunidad no contará con la presencia de fieles y será transmitido en vivo por las cuentas de Facebook del Gobierno de Catamarca; del Santuario Catedral Virgen del Valle; del Obispado de Catamarca y a través del canal de Youtube Virgen del Valle, pero ni eso frenó a Héctor a querer cumplir con estar presente.
Con tramos cada 42 kilómetros donde luego descansa por un rato, Héctor quiere cumplir con su promesa, y afirma que la Virgen dirá qué es lo que sucederá: “Tener esperanzas las tengo porque la virgen dirá lo que va a pasar, ella es la que me da la fuerza y quiere que esté acá. Ella dirá ¿no?”.
