Con rimas muy tucumanas y la sangre bien caliente por el calor de acá, a estos chicos, el talento les sobra. Lautaro Visuara, Marcos Albarracin Possi y Lautaro Ramos, son jóvenes que están dispuestos a dejar todo para escalar bien alto con su música.
El término de “trap” viene del argot inglés que hace referencia a los lugares donde se vende droga ilegalmente (o también, la propia acción de vender la droga). Y es que las letras de este género giran en torno a esta realidad: la calle, las drogas, el sexo, la violencia… Todo sin ningún tipo de censuras ni eufemismos.
El trap argentino es el más importante y prolífico si de dicho género en castellano se habla: ver los números, los aficionados o quiénes son los referentes de los traperos de otros países lo confirma. Cada día es más común ver a los adolescentes con el peinado de Duki, con las remeras de Ysy A o las uñas pintadas como Frijo. Y en Tucumán, cada vez hay más seguidores que disfrutan tanto de escuchar como de producir material.
Lautaro Visuara, que en el ambiente del trap lo conocen como “Eleve”, tiene 18 años y define su arte como música urbana. El joven aseguró a sabelo.com que siente que la música es gran parte de su vida, con sus amigos porque es una forma de expresar ciertas cosas de las cuales no encuentra otra manera de hacerlo.
“Yo hago freestyler, que es una rutina de improvisación que me facilita todo a la hora de escribir, y escribo mucho de lo que me pasa, lo que veo y siento. Es difícil ser un artista tucumano. El público no apoya lo que debería apoyar. Hay un crecimiento que está bueno pero creo que debería tener un mayor reconocimiento”, dice Eleve.
Por su lado, Marcos Albarracin Possi, más conocido como «Pössi», cuenta que a él le llama la atención la música en general pero que elegí el trap porque es cómodo de interpretar y transmite mucha pasión.
“Siempre, antes de componer, escucho lo que está sonando en el momento, una vez definido más o menos la idea pienso en algún momento de la vida por el cual haya pasado y el resto sale solo. Mi referente a nivel nacional es Ysy A y Tobi, me gusta mucho lo que hacen y las letras que componen, no intento ser igual que ellos, pero si me guío de sus pasos.
Lautaro Ramos, quien realiza sus producciones con el nombre de Lauhta, de 17 años, considera que el género trap permite libertad para expresar lo que se piensa y hace sentir muy cómodo al que lo hace.
“En You Tube tengo dos canciones subidas,pero tengo ocho canciones grabadas. Escritas más de 30. Es difícil ser artista en Tucumán porque la gente no toma tan en serio el trabajo que hay detrás de cada canción o videoclip y no lo valoran tanto como a otros artistas de otra ciudad. Además, cuesta mucho hacerse notar nacionalmente estando en Tucumán”.
TUCUMAN PAL MUNDO
John C – “C90”
El trap del tucumano está en la lista de los diez temas más importante del género en nuestro país.
Según artezeta.com.ar, “C90” no está en esta lista por haber marcado la historia del trap argentino: lleva online siete meses y es temprano para llegar a esa conclusión. Pero demuestra la capacidad que tiene el trap para lanzar artistas al estrellato. En muy poco tiempo, John C se convirtió en un one-hit wonder. El tema roza 30 millones de visualizaciones en YouTube y vuelve a ser muestra de que el unitarismo no existe en el trap –como sí lo hizo, durante un tiempo, en el freestyle, el movimiento del cual el trap absorbió a sus figuras-, al permitir que un tucumano, con poco más que un estribillo y un video casero, pueda estar igual de pegado que los trappers porteños.
“C90” le permitió a John C hangear con los mejores de la escena: remixeó el tema con Trueno, campeón de Batalla de los Gallos y FMS Argentina, Neo Pistea y Bhavi y superó, en visualizaciones, a la versión original con 56 millones de reproducciones en YouTube. También mandó a su autor directo a los estudios de Bizarrap, el productor artífice de las sesiones musicales homónimas. Indirectamente, grabar con Bizarrap lo llevó a tener un pequeño espacio en la segunda edición del Buenos Aires Trap, el único evento masivo del género en Argentina.