Abraham Muyunda no olvidará jamás el día en el que se estaba por casar con su amante. El hombre, le había dicho a su esposa que iba a trabajar y en medio de la ceremonia, su compañera de vida se apareció con uno de sus hijos en brazos y determinó que no se podría realizar la celebración. Ahora el esposo, podría afrontar una pena de 7 años de prisión.
“Esta boda no puede continuar” es una frase que se ha oído mucho en películas, pero Caroline Mubita, una mujer, esposa y madre de Lusaka (Zambia), ha tenido que decirla durante una boda porque el novio que se estaba casando era su marido.
En el vídeo compartido por los medios locales se puede ver a la mujer acudiendo a la iglesia el pasado sábado cargada con uno de sus tres hijos a la espalda. De repente, entra gritando y se acerca al altar para pedir que se detenga la ceremonia ante la atenta mirada de los invitados.
“Padre, esta boda no puede continuar. Este hombre de aquí es mi esposo. No sé qué está pasando aquí“, dice Caroline.
Abraham solo es capaz de mirar a otro lado y llevarse las manos a la cara como avergonzado, mientras la novia se queda paralizada y sin saber qué hacer al ver la escena. Mientras tanto, los asistentes intentan detener a la esposa enfurecida que cada vez está más alterada.
Según los medios, el hombre salió ese día de su domicilio asegurando que iba al trabajo y dejó a su mujer en casa con los niños. Pero algunos vecinos vieron lo que sucedía en la iglesia y la avisaron para que lo detuviera inmediatamente.
El hombre infiel finalmente no se casó por segunda vez y fue llevado a la comisaría de Policía. Ahora se enfrenta a una pena de hasta 7 años de cárcel si el acusado es condenado por bigamia.
