Raúl García y su familia habían tenido una salida divertida, necesaria por todo lo vivido en el encierro. Al volver a su domicilio, de Lomas de Tafí, mientras la madre habría uno de los portones de acceso a la vivienda, fue interceptada por dos ladrones que la golpearon salvajemente. Al ver la situación, el padre y el hijo, decidieron trenzarse a golpe de puño con los atacantes.
Raúl, de 63 años, logró sacar a la calle al primer malviviente, mientras que su progenitor, luchaba contra el segundo. Un tercer asaltante, más grande y fornido que los demás, se apareció en la escena y lejos de asustarse, el dueño de casa le propinó un golpe que lo hizo trastabillar y golpearse contra una puerta, algo que lo dejó sin aire.
Ante lo visto, los delincuentes decidieron no llevar a cabo el asalto y huyeron del lugar en un automóvil Volkswagen Gol Trend. Emilse, hija del matrimonio, añadió que al irse, los malhechores gatillaron varias veces antes de subir al rodado.
Los vecinos, alertados por los gritos, salieron cuando ya los asaltantes derrotados escapaban. Algunos les arrojaron piedras. Otros intentaron seguirlos, pero todo fue en vano. Por estas horas son buscados por la Policía.
A pesar de que toda su vida tuvo la idea de que si alguien te asalta hay que entregar todo, Raúl, al ver cómo golpeaban a su esposa tirada en el piso, no dudó un segundo, y sacó lo que aprendió de chico, las peleas callejeras vividas en pasaje Atlético, donde se crió.
A su hijo, tuvieron que hacerle algunos puntos de sutura en su cabeza, por lo que se encuentra vendado. Al parecer, y según su visión de lo sucedido, los atacantes cometieron un error y se equivocaron de familia, teniendo en cuenta que llegaron convencidos que en el hogar, había una suma de dinero.
