El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, comunicó este jueves que 4 de los 29 millones casos de COVID-19 confirmados en el mundo los han sufrido trabajadores sanitarios y subrayó que en algunos países ese porcentaje llega a ser del 35%.
En algunos países ese porcentaje llega a ser del 35 por ciento, subrayó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su intervención en el Día Mundial para la Seguridad de los Pacientes, este año dedicado especialmente a homenajear a los trabajadores sanitarios.
En la mayoría de los países los trabajadores sanitarios no representan más del 2 o el 3 por ciento de la población total, por lo que las cifras muestran el alto riesgo que estos trabajadores enfrentan en la actual pandemia, en la que miles de ellos han perdido la vida.
“La COVID-19 nos ha recordado el papel vital que tienen los trabajadores sanitarios a la hora de salvar vidas”, aseguró Tedros, quien afirmó que en la actual pandemia no sólo afrontan el riesgo de contagio, sino también el de ser discriminados o incluso víctimas de ataques verbales o físicos.
En la actual situación no sorprenden los resultados que ofrecen recientes estudios citados por la OMS según los cuales uno de cada cuatro profesionales de la salud dice haber sufrido ansiedad o depresión durante la pandemia, y uno de cada tres padeció insomnio.
Con motivo de la jornada mundial, la OMS, en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha lanzado una Declaración sobre la Seguridad de los Trabajadores Sanitarios que incluye distintas llamadas a la acción por parte de los gobiernos.
La declaración pide entre otras cosas el desarrollo de programas nacionales para la protección de estos empleados, medidas legales para garantizar una “tolerancia cero” en los ataques a profesionales del sector, o mejor acceso de éstos a servicios de apoyo psicológico.
El director general de la OIT, Guy Ryder, añadió que junto a las “inaceptables condiciones” que muchos trabajadores de la salud sufren, preocupa la escasez de empleados en el sector, que se calcula podría aumentar hasta los 18 millones a lo largo de esta década.