El crimen del Padre Oscar Juárez sigue siendo producto de investigación para la Justicia. En las últimas horas, las pericias realizadas confirmaron que el cuchillo secuestrado fue el arma con el que mataron al sacerdote. Además, los exámenes genéticos, determinaron que los restos de fluidos hallados en las prendas de Leonardo Herrera, imputado por el hecho, son compatibles con la sangre del párroco.
El cuchillo con restos de sangre que fuera secuestrado en el marco de la investigación por el crimen del párroco de la Iglesia San Martín de Porres y que fuera sometido a las pruebas de ADN en Buenos Aires, dio positivo en cuanto a que la sangre encontrada en el mismo es compatible con del sacerdote muerto. “Se confirma de esta manera que se trata del arma asesina”, dijo la fiscal Adriana Giannoni, que investiga el hecho.
“Las pruebas de ADN dieron positivo en la planta de las zapatillas que se secuestraron al ser requisado el auto del imputado, lo mismo que en un pantalón de jean encontrado en su domicilio” aseveró la funcionaria judicial.
Todas estas evidencias, fueron requeridas al Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Buenos Aires, donde se llevaron adelante las comparaciones genéticas correspondientes, y recientemente remitidas a la fiscalía.
El crimen, ocurrido el 15 de julio pasado, ocurrió en la iglesia San Martín de Porres, ubicada en Castro Barros primera cuadra. Donde Oscar Juárez, recibió 15 puñaladas que terminaron con su vida. El único sospechoso del trágico hecho, Leonardo Herrera, fue capturado días después y se encuentra en prisión preventiva acusado por el delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía.
