Lo encontraron sin vida sobre la cama, boca abajo. Estaba desnudo y con los pies maniadados en el dormitorio del departamento cuya puerta estaba abierta y de la cual se podía ya percibir el fuerte olor que despedía. Un vecino llamó anoche al 911 y la policía se dio con la truculenta escena del cadáver tendido boca abajo en uno de los departamentos del edificio ubicado en la esquina de Alberdi y Las Piedras.
Víctor Manuel Romano, la víctima, un maestro jubilado de 60 años, era oriundo del sur de la provincia y alquilaba el departamento desde hacía un tiempo.
Primero, comenzaron a investigar el hecho como homicidio en ocasión de robo, sin embargo, los médicos no encontraron heridas visibles en el cuerpo. Con el paso de las horas las pistas apuntarían a un hombre, que habría acompañado a la víctima en sus últimos minutos de vida. Los pesquisas encontraron varios elementos para corroborar esta hipótesis. La puerta no estaba violentada por lo que dedujeron que se trataría de alguien a quien la víctima conocía o al menos tenía la suficiente confianza para dejarlo entrar.
En segundo lugar, los investigadores advirtieron que el departamento conservaba su orden intacto, con excepción de la habitación donde encontraron el cadáver. Nada de valor había sido sacado del lugar.
Al dirigirse a la cochera, los pesquisas también encontraron el auto de la víctima en el lugar de siempre: lo habían visto por última vez el mediodía del sábado. Desde ese momento, el vehículo no se movió más del lugar.
Visitas frecuentes
La investigación de la División Homicidios y Delitos Complejos se concentró en tres testigos que aportaron información que afianzaría la hipótesis de que Romano conocía al presunto homicida.
Según apuntaron, “la víctima era frecuentemente visitado por diferentes personas, en especial jóvenes” pero no supieron dar mayores precisiones acerca de si lo habían visto este último fin de semana. En ese sentido, uno de ellos también indicó que lo vio por última vez el sábado al mediodía.
En base a estos testimonios, la fiscal María del Carmen Reuter impulsó la pesquisa en la que será vital el informe de la autopsia para aclarar las causas de la muerte de Romano. Pero esto también será complementado con el importante trabajo que los peritos realizaron anoche en el lugar del hecho.
Allí, en efecto, recabaron huellas dactilares, entre otros elementos importantes que permitirían la identificación de la persona que acompañó a la víctima en sus últimos instantes de vida.
