Volver de fase, en Tucumán, sería desastroso. Para que esto no ocurra, la idea tendría que ser apelar, por sobre todo, a la responsabilidad social.
Tucumán venía sobrellevando de buena forma el control de la pandemia. Sin embargo, durante las últimas semanas se dispararon exponencialmente los casos de contagios y surgió el temor de volver al aislamiento total.
Es por este motivo que el gobierno decidió aumentar los controles y las medidas pero sin afectar demasiado la economía ni el trabajo, con volver de fase.
Los expertos coinciden en señalar que el coronavirus seguirá presente entre los argentinos hasta que aparezca una vacuna o un tratamiento eficaz. Hasta aquí, sólo hay pruebas en el mundo de dosis experimental (Rusia, Oxford), pero nada seguro.
Eso significa que vamos a seguir conviviendo con esta enfermedad y, por lo tanto, con los cuidados sanitarios acordes para no contagiarse. Entonces, sería lamentable para Tucumán, su economía y su pueblo que, por algunos irresponsables frente a la pandemia, el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO), vuelva a implementarse por estos lares
Es que la pandemia de coronavirus y la extensa cuarentena que ya suma 148 días en el país, tienen efectos negativos que impactan de lleno en la economía, la salud y el humor de la gente.
Aquí, en Tucumán, la situación hasta aquí es distinta (algo mejor) que a nivel nacional y con respecto a otras provincias como Buenos Aires, Chaco, o Jujuy.
El “Jardín de la República” está en fase 5 desde hace más de un mes, y casi la mitad de la cuarentena la vivió en la fase 4, lo que permitió a la provincia abrir fábricas, exportar, trabajar en el campo y que atienda el comercio, que funcionen los bares y shopping. Hasta accedió a las demandas de las actividades deportivas en espacios cerrados y a las reuniones sociales.
Sin embargo, debido a que en las últimas semanas se dispararon los casos, el Poder Ejecutivo Nacional decidió -por decreto- renovar el aislamiento y el distanciamiento social, a todo el país (incluida Tucumán) hasta el próximo domingo y, posiblemente, se extenderá hasta fin de mes.
Tucumán, si bien no caerá en la “cuarentena estricta”, pondrá mayor énfasis en el control inter-jurisdiccional, reuniones sociales y en el cumplimiento de los protocolos sanitarios.
Los números de la pandemia
Hoy, Argentina supera las 5.200 muertes con un promedio de 120 decesos diarios, y ha ingresado en el top 10 mundial de países con más muertes diarias por coronavirus. Mientras en la mayor parte del planeta la pandemia comienza a ceder, el país transita su momento más duro, con alertas reiteradas de colapso sanitario, aun con el esfuerzo del confinamiento.
Por eso es destacable el esfuerzo del Gobierno de Tucumán para evitar caer de nuevo en la cuarentena estricta, y trabaja a destajo –se puede ver en las acciones diarias- para evitar que el coronavirus afecte tanto a la salud como a la economía en su territorio.
En ese marco, el Gobernador Juan Manzur, anunció ayer que Tucumán seguirá en fase 5 pero con muchas más restricciones que tienen que ver con la conducta de las personas y las medidas básicas de prevención emanadas del Ministerio de Salud Pública.
En consonancia, el vicegobernador Osvaldo Jaldo, apeló a la responsabilidad de la gente en el cuidado y la prevención para evitar la propagación del virus, acatando las recomendaciones que se hacen desde el Comité Operativo de Emergencia (COE).
Jaldo reconoció que no está en la mente del Gobierno volver atrás (por ahora) ya que eso implicaría el cierre de negocios y de actividades económicas, lo cual traerá más desocupación y pobreza. Pero, de seguir creciendo los números de contagios no quedará otra que volver de fase.
La idea pasa en trabajar por jurisdicciones. Ya hay municipios como Concepción que intensificaron las medidas de aislamiento y distanciamiento. En la Perla del Sur se determinó cerrar algunos barrios, gimnasios y canchas de fútbol para evitar la propagación del Covid-19.
También en Las Talitas, el intendente, Carlos Najar, decidió bloquear los accesos a la Ciudad para evitar la propagación del virus y eximió de ir a trabajar a aquellos vecinos que cumplen funciones laborales declaradas no esenciales dentro o fuera de la Jurisdicción Municipal.
En Alderetes, Simoca, San Pablo, Bella Vista, Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán recrudecieron los controles en los accesos a sus municipios. En El Chañar, el delegado cerró la comuna y sólo permite el ingreso a residentes, personal de salud, seguridad y proveedores de alimento.