Coronavirus: ¿Hasta cuándo vamos a vivir con esta pandemia?

Publicado el: 4 agosto, 2020

En marzo, un periodista norteamericano advirtió en un artículo de opinión del Times que América Latina podría convertirse en la mayor víctima del coronavirus debido a los desequilibrios de sus sistemas de salud, especialmente a la poca inversión pública. Ahora, le damos la razón, puesto que, con el pasar del tiempo, la advertencia se volvió realidad.

Ya pasaron casi 6 meses desde que Argentina vive bajo los protocolos del aislamiento físico, y digo físico porque social nunca existió. El aislamiento se vio en el encierro de cada persona, sin embargo, las redes sociales explotaron más que nunca y la única forma de comunicarnos fue a través de los medios de comunicación, guardando los.abrazos y los mates para cuando todo esto pase.

Ahora bien, siguiendo la línea evolutiva del virus, nos resulta imposible, a esta altura del partido y con el cansancio de vivir de fase en fase, no preguntarse hasta cuándo vamos a seguir viviendo de está forma.

Muchos afirman que la llamada normalidad no volverá a existir, que nos tendremos que adaptar a las nuevas formas de vida, sin embargo, a este estilo se lo ve demasiado complicado de asumir como formato

Por ejemplo, en Tucumán, la flexibilización de las actividades fueron progresando de manera paulatina y cuanto más avanzamos en estás medidas, más se ha sentido que la provincia se relajo: en los últimos días se vio el rebrote de más de 30 casos.

En una ida y vuelta de estudios y teorías, muchos llegan al punto en común que por lo menos para tratar de controlar la situación epidemiológica, es necesario tener un sistema de salud fortalecido y políticas que ayuden a sobrellevar a la población.

Y aquí viene un de los puntos que se develo con este virus en nuestro país: juntamente el estado del sistema de salud

En Argentina, el estado de salud se mostró frágil y vulnerable en los primeros momentos de la pandemia. A su vez, el accionar del cierre de fronteras, tardo en venir, lo cual fue uno de los puntos que permitió la llegada del virus con más rapidez.  Otro ítems fue que, por parte de la sociedad, costó mucho llegar a tomar conciencia de la situación.  Siendo realistas, si el gobierno no habría prohibido muchas de las actividades que normalmente teníamos, casi nadie habría optado por un “aislamiento preventivo”.

Entrando un poco más en las posibles respuestas para salir de esta crisis sanitaria, veremos tres acciones que, según los expertos, son fundamentales:

– la prolongación de las medidas de distanciamiento social,

-el establecimiento de un pago de emergencia adecuado y

-el uso inteligente de la atención primaria para efectuar el aislamiento social de los sintomáticos.

Otra teoría surge de que una pandemia es denominada así porque es a nivel mundial y que promedia un contagio de entre 70 y 80% de la población, por ende, el contraer el virus es muy probable.

Por ello, y siguiendo esta línea, el doctor Perry Wilson explica que estamos lejos de la “inmunidad de rebaño”. Aquí hay un punto clave y es la importancia de ganar tiempo mientras se logra una vacuna.

La teoría del médico empeiza con la siguiente pregunta: ¿Todos nos vamos a contagiar de coronavirus eventualmente?

Este es un virus totalmente nuevo del cual no tenemos inmunidad. Estamos todos preparados para infectarnos si no mantenemos la distancia social necesaria. Y el problema se agrava con las personas asintomáticas.

“Es verdad que cuantas más personas se contagian, más son los que quedan inmunizados. Y eso le causa al virus un problema cada vez más grande por seguir diseminándose. La ecuación para calcular el porcentaje de la población que debe quedar inmunizada para llegar a la inmunidad rebaño se calcula a partir de que si una persona contagia a 3 y entre ellos 1 o 2 son inmunes, la enfermedad ya no tendrá más blancos para diseminarse”, dice el doctor.

Y agrega “he realizado un gráfico sobre la relación R0 y la exposición al coronavirus para calcular la inmunidad rebaño. Y para ello se necesitará un contagio que ronda del 65 al 70 por ciento de la población, para que el virus se acabe. Y quiero apuntar que no estamos ni cerca de esto. En la ciudad de Nueva York, epicentro de la enfermedad varios estudios sugieren que solo el 25 por ciento de las personas se han contagiado y es inmune. Si el coronavirus fuera un juego de béisbol, estaríamos solamente en la segunda base.

Pero si el 65 por ciento de nosotros se contagiará eventualmente, debemos reflexionar particularmente sobre las medidas del sistema de salud público. Tal vez solo achatamos la curva para evitar el colapso en los hospitales, pero nada más”.

Y he aquí uno de los por qué es necesario que el contagio sea lento: simplemente se basa en el sistema de salud de cada país.

Enlentecer los niveles de contagio de la enfermedad no solamente nos ayuda a tratar a los pacientes, sino que también con ello ganamos un tiempo valioso para hacer investigación científica, descubrir tratamientos médicos y hallar vacunas.

 

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