En Argentina, el 80% de las personas travestis y trans nunca accedió a un trabajo formal y el 90% tuvo como única salida la prostitución. Atentos a todo este panorama, el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán aprobó por 14 votos a favor y cuatro en contra el proyecto de ordenanza denominado “cupo laboral trans”. ¿Por qué es tan importante?
El paradigma se abre con la búsqueda de igualdad de oportunidades y derechos. Pasaron 8 años desde que en Argentina se aprobó la ley de Identidad de Género, sin embargo, todavía cuesta su aplicación efectiva. Gracias a las organizaciones, colectivos y activistas que luchan incansablemente, se avanza en la implementación, aunque queda bastante camino por recorrer. Según el último relevamiento nacional, el 90% de las personas trans, travestis, intersex y no binaries, son discriminadas en lo profesional y por ellos viven en muchísimos casos de la mano la prostitución en estado de extrema vulnerabilidad.
¿Qué se entiende por comunidad trans?
Entendemos como “comunidad trans” a identidades travestis, transexuales y transgéneros. Todas las identidades trans refieren a una vivencia de género que no corresponde al género asignado al nacer. Estas experiencias se enmarcan en un proceso que puede incluir, o no, modificaciones corporales, ingesta de hormonas y cirugías de reasignación sexual.
De cara contra una pared, la realidad es muchos sentidos es injusto. En el imaginario social la persona trans no figura ocupando empleos estables y con salarios dignos o teniendo acceso a estudios universitarios. Al contrario, a las mujeres trans por ejemplo, se las piensa como destinadas al trabajo sexual, a ser bailarinas o dedicarse al estilismo. Y si bien es verdad que gran parte de las mujeres trans se ganan la vida realizando estas actividades en gran medida se debe a la discriminación laboral.
El derecho a poder ser
Valeria, una tucumana trans, explicó a TucSinFiltro cómo fueron sus experiencias al tirar un curriculum para ocupar algún puesto laboral: “Hay algo que muchos critican, pero por ignorancia. Pedir este cupo no nos hace discriminarnos a nosotros mismo. Sucede que no se debería ni de pedir hacer un proyecto porque la igualdad de oportunidad tendría que estar presente. Aquí como en tanto lugares, sucede todo lo contrario. El derecho no es para todos y la discriminación existe al orden del día”.
Y agregó: Se sigue avanzando, pero a paso muy lerdo. Hasta que surgió el proyecto y fue aprobado, muchas y muchos pasaron situaciones desagradables y horrendas por la orientación sexual, la identidad y la expresión de género, ocasiona, claramente, por una disminución de oportunidades”.
