Jorge Giacobbe (hijo), analista político, indicó que, según una reciente encuesta, la imagen positiva del presidente Alberto Fernández cayó bruscamente y perdió gran parte del apoyo popular que había ganado al inicio de la pandemia del coronavirus.
“El clima social está cambiando abruptamente. Alberto entró a la pandemia con 38% de imagen positiva cuando se puso en rol de padre protector, cuando entendió que la población tenía una necesidad que era la salud”, señaló Giacobbe.
Y explicó: “Cuando se pudo plantar frente a esa necesidad, creció en 30 puntos su imagen positiva: pasó de 38 a 68%, transcurrieron 15 días y empezó un desgaste, donde perdió primero 8%, luego 7%, más tarde 5%, 2% y ahora 1%. Ya perdió entonces 23% del 30% conseguido”.
Giacobbe atribuye esta caída de imagen a una serie de errores del Gobierno inaugurados con aquella conferencia de prensa donde Fernández se peleó con todos los empresarios, el episodio de los jubilados amontonados en los bancos, la foto irritante con (Hugo) Moyano, la suba de precios, hasta llegar a la discusión por la expropiación de Vicentin.
No obstante, reconoce que ese desgaste se hubiera dado de la misma manera “porque hubo un crecimiento del fastidio de los argentinos, de esa primera necesidad de salud, el impacto del encierro, y el crecimiento de la necesidad de la reactivación de la economía y los problemas psicológicos”.
“Primero nos enojamos y luego vamos tomando posturas respecto al enojo. Partimos de una situación bien emocional y luego la significamos en términos racionales y empiezan a aparecer temas que son síntomas del enojo como los precios, Vicentin y demás. Las posiciones en la superficie se comienzan a parecer a las que configuraron la grieta en términos electorales”, analizó.
Advirtió, además: “Alberto alcanzó la presidencia con una imagen muy híbrida, no se sabía bien quién era, desde dónde venía y hacia dónde iba, eso le permitió distintos públicos votantes: lo votó el 38% de Cristina Kirchner y otro 10% que quería sacarse de encima a Mauricio Macri”.
“Ese otro 10% le estaba pidiendo que sea Alberto y no Cristina, cuando él se tiene que empezar a definir para un lado o para el otro va a ganar a aquel al cual se acerque y va a perder a aquel del cual se aleje”, añadió.
Y completó: “Si él sigue acercándose a la identidad y formas del kirchnerismo se acerca al 38%, pero es de Cristina y nunca va a ser propio, y se aleja del 10% que le estaba pidiendo que se parezca más al peronismo que al kirchnerismo”.