Varias divisiones especiales de la policía de la provincia liberaron el tránsito de la ruta 307 esta madrugada, en cumplimiento de la orden judicial del desalojo de las personas que acompañaban a la indigenista Margarita Mamaní en el kilómetro 48 desde el 19 de marzo.
El procedimiento tuvo momentos de tensión debido a las corridas que se registraron mientras los efectivos procedieron a realizar el desalojo y la resistencia de los adherentes a Mamaní.
Según datos aportados por la Justicia, equipos de la Dirección General de Investigaciones cumplieron, además, con la orden de aprehensión de Mamaní. La cacique quedó con arresto domiciliario.
A Mamaní se le atribuye la supuesta comisión de delitos: violación de la cuarentena para impedir la propagación de una pandemia; impedimento o entorpecimiento del transporte de personas por tierra; usurpación de autoridad e instigación a cometer delitos.
En el operativo trabajaron el Grupo Cero; la Brigada de Investigaciones; personal de la Regional Oeste.
El conflicto se inició días atrás con denuncias que alertaban sobre una serie de robos en algunas casas de veraneo de la villa. De acuerdo con Mamaní, según consta en la comisaría de El Mollar, se trataría de tres denuncias.
“Nosotros hemos dejado pasar veinte camionetas con personas que vinieron y comprobaron que no había ningún robo. Son todas mentiras. Mienten que les roban para venir y quedarse. Están entorpeciendo nuestra lucha”, había dicho la cacique.
Pese a la decisión de la Justicia, el intendente de Tafí del Valle, Francisco Caliva, aseguró que su gestión acompañaba el corte de Mamaní -aunque está situado en la jurisdicción de la Comuna de El Mollar a cargo de Jorge Cruz– porque la comunidad estaba al lado de la cacique.
