Hoy se conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas, y habrá en todo el país homenajes virtuales, se entonará el Himno Nacional desde cada casa y habrá banderas argentinas desplegadas en ventanas y balcones. En Tucumán, nuestros héroes, los nombres de los tucumanos Andrés Aníbal Folch, Julio César Segura y Manuel Alberto Zelayarán, serán ingresados al listado oficial de caídos por la provincia y tallados en una placa de mármol en el nuevo boulevard Héroes Tucumanos de Malvinas, altura avenida Perón al 1.600, Yerba Buena.
La celebración del 37° aniversario de la gesta de Malvinas comenzó el lunes por la noche. Hubo vigilias y salva de bombas en honor de los 24 héroes tucumanos caídos en Malvinas en San Miguel de Tucumán, en Horco Molle, en Tafí Viejo y en otras ciudades del país.
“Estos tres tucumanos murieron los últimos días de la guerra. Pertenecían a familias de Tucumán, que con el cierre de los ingenios se mudaron a Buenos Aires. Ellos eran niños cuando se fueron. Estaban haciendo la conscripción y quedaron bajo bandera en el Ejército, cuando comenzó la guerra. Los otros 21 fallecidos de Tucumán pertenecían a la Armada, a la tripulación del ARA General Belgrano”, explica el escritor José María Posse, autor del libro en preparación “Tucumanos en Malvinas”. Esta obra se escribe a total beneficio de los centros de veteranos de Tucumán.
Emboscada
El investigador reveló este dato acompañado por el coronel (re) Marcelo Anadón, quien tuvo una destacada actuación en el conflicto. “El coronel que por entonces era un joven teniente abanderado de la compañía de comandos del 601, fue el protagonista principal del combate sobre el puente Murrell. Allí comandos argentinos se enfrentaron a lo mejor de los comandos ingleses. A pesar de haber caído en una emboscada, los argentinos contraatacaron y vencieron a sus oponentes en una memorable lucha. Fue la única vez que la élite del ejército de ambos países se enfrentaron, y vencieron los argentinos”, remarca el escritor. “Lo importante es que recordemos a los héroes, los que dieron su vida por nuestra patria”, destaca el coronel Anadón, quien desde hace seis años vive en Tucumán. “El coronel de 62 años pertenece a familias tucumanas. Su padre era el teniente coronel Salvador Hugo Anadón. Nació en Capital Federal sólo porque su familia había sido trasladada hacia allí por un tiempo.
Una confusión
Hasta el año pasado se creía que eran 23 los tucumanos caídos en Malvinas. Pero en realidad se había contado mal porque los marineros Mario Enrique Flores y Madrid Omar no eran tucumanos. Luego se descubrió la identidad de tres soldados nacidos en Tucumán”, explica Posse.
“Curiosamente, en la mayoría de los combates más importantes de la guerra, un comprovinciano tuvo participación relevante. Por ejemplo, el 2 de abril, durante la toma de la casa del gobernador de las islas, hecho que marcó su recuperación, junto al capitán Pedro Giachino, se encontraba el teniente Diego García Quiroga Aráoz, también tucumano, buzo táctico e intérprete, quién cayó herido junto a su jefe. En ese mismo escenario, otro hijo de esta provincia, el suboficial José Ramón Cardillo, de la Armada, se hizo cargo del grupo. Consiguieron la rendición del bastión sin causar muertos a los ingleses. No causar bajas era la premisa”, aclara.
Los relatos de Posse continúan con lujo de detalle sobre el accionar de los bravos tucumanos. Entre ellos menciona al marinero Miguel Ángel González, cuyo cuerpo fue recuperado y trasladado a Tucumán. “Es el único tucumano fallecido en la Guerra de Malvinas cuyo cuerpo fue regresado al continente. Está enterrado en el cementerio de Montagudo y aún espera su monumento”, observa.
Posse y el coronel Anadón piensan que “la desmalvinización” fue obra de la dirigencia argentina, y aclaran que “el pueblo jamás olvidó a sus héroes”. Remarcan que “sin esta gesta hoy la Argentina habría perdido todo derecho a reclamar las islas. Están convencidos de que “el valor del soldado argentino es reconocido en todo el mundo, y especialmente por los británicos”.
