“El COVID-19 es 30 veces más mortal y casi dos veces más contagioso que la gripe. No tenemos inmunidad contra el COVID-19”. Así, en pocas palabras, explicó la científica japonesa Akiko Iwasaki la gravedad de la propagación del coronavirus.
También hay una significativa diferencia entre la tasa de hospitalizados. Por gripe el índice es del 2%; por COVID-19, en cambio, llega al 19%.
El nivel de propagación comunitaria también es muy superior. El virus de influenza afecta a entre el 10 y el 20% de la comunidad, mientras que el coronavirus, por el momento, alcanzó un impacto del 40%.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos”. En los humanos causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS o SARS, por sus siglas en inglés). “El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19”.
Si bien la mayoría de las personas -cerca del 80%- se recupera sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen el virus desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultades para respirar. “Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave”, indica la OMS.
La influenza, por su parte, es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus de la influenza. Estos afectan a la nariz, a la garganta y, en algunos casos, a los pulmones. Aunque se puede prevenir con vacunas y, por lo general, no requiere de atención médica, en ocasiones puede llevar a la muerte.
Al igual que el COVID-19, el SARS apareció en China en 2002. En pocos meses se propagó en todo el mundo, pero rápidamente fue contenido. La OMS explica que el genoma del virus que causa el COVID-19 y el SARS “son similares, pero no iguales”: “El SARS es más letal pero mucho menos infeccioso que el COVID-19. Desde 2003, no se han registrado brotes de SARS en ningún lugar del mundo”.
Los datos aportados por Iwasaki lo demuestran: a nivel global, el número de infectados en 2003 fue de 8.098. En Estados Unidos el virus fue contraído por ocho personas, y no se registraron muertos. El síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS, por sus siglas en inglés), reportado por primera vez en 2012 en Arabia Saudita, también ha tenido un bajo nivel de impacto, con 420 infecciones en todo el mundo, solo dos en Estados Unidos y ningún muerto.
Luego de casi tres meses desde que se descubrió el COVID-19, los índices registrados hasta el momento arrojan una fuerte alarma a nivel global. A día de hoy, el número de casos confirmados es de 156.000, y los muertos ya superan los 5.800. La mayor preocupación de las autoridades es la rápida y cada vez mayor propagación del brote. Por estos días Italia es el país que más está sufriendo los efectos del COVID-19. Este domingo, el país registró 368 nuevos decesos en 24 horas, con lo que el número de muertos ascendió a 1.809, siendo el más castigado de Europa, y el segundo en todo el mundo después de China (3.199).