La localidad de Choromoro se convirtió en la última morada de los restos del niño de cuatro años asesinado en Puerto Deseado, Santa Cruz, por dos hombres que además abusaron sexualmente de su madre, en un hecho que tuvo repercusión nacional. Una caravana interminable acompañó el periplo del vehículo que trasladaba el cuerpo del niño hasta el cementerio local.
Horas antes, los padres del niño habían participado en la localidad salteña de Rosario de la Frontera de una misa de cuerpo presente antes de que luego trasladaran los restos al cementerio de Choromoro al que asistieron muchísimas personas, entre allegados, amigos y vecinos de esa localidad.
Cerca de las 14, los restos del niño arribaron a la iglesia Nuestra Señora del Rosario, de Rosario de la Frontera, y fue recibido con aplausos por cientos de vecinos que se apostaron en la plaza principal del pueblo.
Un sacerdote se refirió al hecho durante la misa para lamentar “la partida tan prematura e inesperada, dolorosa y trágica, qué palabra decir de consuelo para iluminar esta circunstancia, sin sentido…una vida que recién comenzaba, de golpe truncada”.
Los restos del niño arribaron al aeropuerto internacional Martín Miguel de Güemes, de la capital salteña, pasadas las 11, luego de que anoche llegaran a la provincia su madre, su padre y sus hermanos.
El hecho
La madre del nene caminaba este jueves junto a su hijo cuando fueron interceptados por dos hombres en una zona cercana a la costanera de Puerto Deseado.
Desde allí fueron llevados hacia una cueva llamada “Cueva de los Leones”, ubicada a metros de una playa y arrojaron al niño desde un acantilado, lo que le provocó su muerte inmediata.
Luego, los dos hombres, según informó el sitio La Opinión Austral, violaron a la madre del niño asesinado.
Según trascendió, la mujer simuló estar muerta porque luego de abusar de ella comenzaron a golpearla para asesinarla y esto terminó salvándole la vida.
Apenas se supo del hecho, se armó un operativo cerrojo de la policía. “Está muerta, vámonos”, habría dicho uno de los hombres para luego huir a pie por la zona costera de Puerto Deseado.