La policía trabaja en una vivienda en tareas de excavaciones, supervisadas por la fiscal Mariana Rivadeneira ante la sospecha que el cuerpo de Maximiliano Mariotti, desaparecido el 7 de febrero pasado, se encuentre en el lugar enterrado.
La versión surge de un testigo arrepentido quien habría dado detalles respecto de que Mariotti fue asesinado y que luego su homicida ocultó el cadáver en la vivienda donde la policía trabaja: se trata de una casa en calle Olleros al 100 en San Miguel de Tucumán.
El misterio de su desaparición residiría en la circunstancia de que la víctima, vinculado con tareas de préstamo de dinero a terceros le habría dado al sospechoso un dinero que habría intentado cobrar después. Al parecer, el cobro de ese dinero le habría costado la vida a Mariotti, quien habría discutido con su homicida.
Foto: La Gaceta