El Tribunal Penal Colegiado Nº2 de Mendoza, en la capital provincial, condenó esta lunes a 45 años de prisión al sacerdote Horacio Corbacho, a 40 a su par Nicola Corradi y 18 años al ex jardinero Armando Gómez, por abusos y la corrupción de menores en el Instituto Antonio Próvolo de niños sordos.
Los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Crivelli leyeron el fallo ante la presencia de víctimas, familiares y organizaciones de derecho humanos.
La acusación a cargo del fiscal Alejandro Iturbide incluyó 28 hechos y 11 víctimas. En su extenso alegato que duró dos jornadas del proceso, Iturbide solicitó 45 años de cárcel para los sacerdotes; considerando que -en el caso de Corbacho- contaba con la mayor cantidad de imputaciones. Respecto a Corradi, aunque tenía menos imputaciones en su contra, 6 en total, Iturbide recordó era el regente del instituto y quien comandaba todo lo que acontecía en el instituto religioso.
Para Gómez el pedido de pena había sido menor, exactamente la mitad de la que se pidió para los curas: el fiscal tuvo en cuenta entre los atenuantes que se trata de una persona analfabeta, de poca instrucción y claramente influenciable.