La resiliencia es la capacidad que tiene una persona de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro, y es eso lo que le ayudó a Claudia Armella a superar su enfermedad renal que la llevó a necesitar un trasplante. “Ya había perdido las esperanzas. Todo fue una sorpresa”, recordó del momento en que le informaron que habían encontrado el riñón para ella.
Trabajaba como enfermera en Neonatología del Instituto de Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes. Pero después de ser trasplantada, una Junta Médica dispuso que para su cuidado debía abandonar la tarea asistencial y fue trasladada a la parte de administración.
Hace un año y dos meses fue trasplantada y ocho meses después recibía el alta médica; es decir, la decisión del profesional que estaba a cargo de su recuperación de que se encontraba en óptimas condiciones para regresar a su trabajo. Piensa que el deseo intenso de regresar a su puesto de trabajo fue lo que le permitió recuperarse más rápidamente: “Después del trasplante era lo único que deseaba, ansiaba estar acá, retomar mi actividad, aunque no estoy haciendo la tarea que hacía antes de la operación estoy en la Maternidad, el lugar que quiero”.
Está convencida de que el trabajo ha aportado, en gran parte, lo que ella necesitaba para recuperarse rápidamente ya que ocho meses después de la operación ya estaba nuevamente cruzando la puerta de ingreso del hospital para retomar sus funciones. “Sentirme útil, poder seguir aportando a la sociedad, aunque ya no como enfermera, me ha permitido recuperar mi vida, mi día a día, y me ha ayudado a no dejarme llevar por pensamientos negativos”, declaró Claudia, demostrando claramente su ejemplo de resiliencia, su capacidad de superar toda adversidad con decisión y principalmente sin miedos, lo que espera que se replique en otras personas trasplantadas, para que puedan encontrar un ejemplo de superación en su historia.
Volver a la vida
Después de seis años de diálisis, perdiendo ya las esperanzas de conseguir el riñón que necesitaba, la mujer de 52 años solo pensaba en volver a trabajar. Eso alejaba los pensamientos negativos que en situaciones de angustia intensas abruman.
Si bien un grupo de médicos, priorizando su salud, resolvió trasladarla al sector administrativo, Claudia está trabajando en una institución pública y desde su lugar de trabajo quiere demostrar a las personas en su misma condición que todo es posible, por supuesto, con el cuidado necesario: “La Junta Médica por la que pasé determinó mis horas de trabajo, qué tarea iba a realizar y dónde, porque además de mi autocuidado es necesario también que una persona logre sentirse protegida, y yo siento el apoyo pleno de todos acá en la Maternidad”.
