Un reconocido arquitecto ligado al poder tucumano irá a juicio oral, acusado de abuso sexual, según publicó la periodista Miriam Lewin en Todo Noticias. pero no dejan entrar al abogado de la víctima a las audiencias preliminares. La abuela paterna de la presunta víctima del abuso, Cecilia Merched, lucha incansablemente para que se haga justicia, pero teme que el profesional esté haciendo pesar sus influencias.
Cecilia empezó a notar que B (se resguarda la identidad de la víctima por tratarse de un menor) llegaba de la casa de su mamá y abuelos con marcas en el cuerpo. La respuesta a las preguntas sobre las causas eran que se había caído como cualquier chico de su edad. B decía que su mamá lo retaba y que lo dejaba en penitencia. Nunca nombraba a nadie más.
B empezó a negarse a volver a lo de su mamá al terminar las visitas (el menor vivía con su madre). Cuando ella venía a buscarlo en auto con su padre, el chico gritaba salvajemente y no se quería ir.
Cecilia y Nicolás, su esposo, consultaron a especialistas porque el nene comenzó a tener movimientos incontrolables en las manos y las piernas, característicos de un Síndrome del Espectro Autista. Pero no se trataba de eso. Finalmente, todo salió a la luz el día que B cumplió cuatro años. Durante la visita del nene, notaron que otra vez tenía la zona anal enrojecida sumado a moretones en las piernas. El doctor que lo revisó manifestó que era posible que hubiera existido un abuso sexual o violación.
A partir de allí, se hizo la denuncia y se pidió una orden de restricción para toda la familia materna. Se incluía a la madre, porque B decía que ella estaba presente y no hacía nada cuando el abuelo abusaba de él. La guarda del nene le fue otorgada a Nicolás.
B atravesó todas las pruebas: cámara Gesell, entrevista con una psicóloga que aseveró que tenía daño psicológico compatible con abuso sexual, médico legista, peritajes psicológicos adicionales, tratamiento. En las entrevistas, el nene decía que el abuelo “le metía el dedo…”, y que él le tenía miedo porque lo amenazaba con “tirarlo a los volcanes”. Los exámenes incluidos en el expediente refieren que el chico ve en el medio familiar “una figura masculina amenazante” y que “tiene el mandato materno de no nombrarlo”.
En el informe psicológico de la mamá, Mónica Gray, también se detecta que en su familia de origen hay “una figura paterna dominante y amenazante” y “una figura materna que induce a encubrir y sostener el malestar intrafamilar”. Además, se percibe a Guillermo Gray como una figura “cruel y protectora” a la vez.
La causa fue elevada a juicio hace cinco años y recién acaba de celebrarse la Audiencia Preliminar, el último 26 de Junio, que fue tomada por un único magistrado, pese a tratarse de un Tribunal Colegiado. El doctor Roldán Vázquez, que presidió la audiencia, permitió ese día que una nueva abogada se sume al equipo de defensa de Gray.
Sin embargo, no admitió que el abogado Juan Pablo Gallego, que representa a la querella, participara del acto en el que se autorizaron diligencias solicitadas por la defensa que pueden implicar la modificación del relato brindado por el niño en Cámara Gessel, alegando problemas técnicos.
Los acusados fueron dos: Guillermo Gray, por abuso sexual agravado por la convivencia y el parentesco, y su hija Mónica por el mismo delito, pero como partícipe secundaria. Sin embargo, posteriormente la calificación de la joven fue cambiada por la de encubrimiento. Y en la Audiencia preparatoria el doctor Roldán Vázquez decidió quitarla como acusada de la carátula.
El comienzo del juicio está demorando más de lo debido. Cecilia teme que el equilibrio de su nieto se vea alterado por las presiones para la revinculación con su madre.
B. se encuentra en buen estado, a punto de ser dado de alta en una terapia psicológica. En los videos se lo ve como un chico extrovertido y desenvuelto. Cuando su familia materna se presentó en el acto de promesa a la Bandera, quiso que se fueran. También se molestó cuando le entregaron un diploma donde figuraban sus dos apellidos. “Quiero que me lo saquen”, dijo, refiriéndose al apellido de su abuelo materno, Gray.
Hace años que B. no está en contacto con su mamá, y repitió que no quiere estarlo en las oportunidades en que esto le fue preguntado en cumplimiento con el artículo 12 de la Convención de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente.
Fuente: TN.