Oportunidad de cambiar su conducta y aspirar a un futuro diferente. Olvidarse del encierro por unas horas y sentirse útil en los talleres detrás de los muros. Aunque muchos tucumanos no lo sepan, eso forma parte del día de un recluso dentro del penal de Villa Urquiza.
Cada uno de ellos pueden elegir entre más de treinta talleres para realizar. En el taller de “colchonería”, se realizan trabajos de tapicería, bolsas y guantes de boxeo, almohadones y almohadas.
El interventor del área de producción el contador Carlos Arnau, tiene en funcionamiento 36 talleres de integración y rehabilitación para los internos. Los más destacados y conocidos son los de cocina, la tradicional imprenta, el trabajo de huerta, el deporte donde se destaca el equipo de rugby, también cuenta hace poco con equino terapia, la música que está representada por la orquesta “Los Urquiceños”.
“En este taller trabajan ocho a diez internos, ellos se sienten importantes y esperan ansiosos venir a trabajar”.
“Llegan a producir 20 colchones diarios lo que al mes a veces nos dan una producción aproximada de 100 unidades, que distribuimos a las comisarías y al mismo penal”, destacó el contador Arnau.
José espera ansioso cada mañana que llegue su horario para ir a trabajar, porque se siente liberado del encierro y se está preparando para salir renovado. “Acá algunas veces trabajamos doble turno porque no nos queremos ir, me siento mejor. Hago cosas que afuera no sabía y estoy puliendo un diamante en bruto” relató con emoción.
Los internos trabajan acompañados junto a un gran equipo de profesionales para salir adelante y encontrar esa contención que necesitan para poder reinventarse al momento en que tengan la oportunidad de salir.