“¿Hay algún hangar que podamos utilizar para nuestros aviones?”, preguntó un miembro de la inteligencia estadounidense a las autoridades del aeropuerto internacional de Bariloche. Son unos cuantos Boeing C-17 Globemaster III y ni remotamente hay lugar para “estacionarlos” en la terminal aérea local. “No hay problema. Haremos traer un hangar desde casa”, es la solución de los norteamericanos.
La anécdota causó gracia entre los responsables de recibir a Barack Obama en la Patagonia. Fue una más de las sorpresas que se llevaron ante el inmenso despliegue que hizo el gobierno estadounidense en esta ciudad durante los últimos días.
Fueron más de 10 los movimientos, entre aterrizajes y despegues, los que hicieron en dicho aeropuerto los imponentes aviones de la Fuerza Aérea estadounidense que llamaron la atención de turistas y locales desde el 16 de marzo pasado. De su interior bajaron material de seguridad, vehículos de todo tipo y un sofisticado sistema de telecomunicaciones, todo para garantizar la protección de Obama durante las cuatro o cinco horas durante las cuales visitará la ciudad.
Obsesiones
Una vez aterrizado, se espera que Obama viaje junto a su familia hasta el Llao Llao,en el extremo oeste de la ciudad. En un principio iba a hacerlo en helicóptero, pero finalmente lo hará por tierra. ¿Las razones? Los responsables de su seguridad creen que en el aire estará más expuesto, dado que es difícil asegurar el total del contorno montañoso que bordea el camino hasta la otra punta de Bariloche. Viajará, entonces, en el Cadillac One.
El helicóptero oficial, según pudo saberse quedará operativo en un costado del aeropuerto ante cualquier solicitud de la comitiva. Una conocida clínica privada se puso a disposición de los visitantes, pero recibieron el mensaje de que no hará falta. El avión presidencial cuenta con todo lo necesario ante cualquier eventualidad, incluido un quirófano.
Cortaran las comunicaciones
Entre la tecnología que desembarcó en la ciudad hay un avanzado sistema inhibitorio de señales de telefonía celular e Internet, que impedirá las comunicaciones alrededor del convoy que trasladará a la familia Obama. Algunos hoteles de la ciudad ya fueron advertidos de esa situación. Por la Semana Santa se espera un importante caudal de turistas.
El operativo está planificado en un sistema de “anillos”. Los más cercanos al presidente estarán conformados por miembros del servicio secreto del gobierno estadounidense y por grupos especiales del United States Marine Corps, los populares “marines”. En la última semana hay registros de ingreso al país por Bariloche de unas 170 personas ligadas al gobierno norteamericano, indicaron fuentes vinculadas a la logística de la visita.
Recién en el tercer anillo aparecerán las fuerzas locales, cuya función primordial será resguardar el orden del tránsito. El intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, explicó a LA NACION que habrá cortes totales escalonados en la ruta que va al Llao Llao a medida que avance la caravana. En total son 40 kilómetros y trabajarán, en forma conjunta, la Policía Federal, Gendarmería y unos 700 efectivos de la Policía de Río Negro.
El presidente Obama llega a la Patagonia sin agenda oficial ni protocolo y es todavía un misterio cuáles serán los paseos de su familia. Lo que sí se sabe es que el operativo de seguridad será inmenso y alterará la rutina de barilochenses y turistas.
Fuente: La Naciòn