En marzo pasado, durante los festejos de carnaval, una adolescente recibió un disparo mortal en un confuso episodio frente a su casa, en el barrio Juan XXIII (La Bombilla).
Priscila Alanís, de 15 años, había asistido un domingo a la noche del recital que La Mona Jiménez había dado en el Club Central Córdoba con motivo de los festejos de carnaval.
A la salida, la adolescente se subió a un taxi para regresar a su casa. Al llegar a destino, en el barrio Juan XXIII, el conductor del taxi le disparó y huyó. Minutos más tarde, la chica falleció en el Hospital Centro de Salud.
Luego del hecho, el hombre se presentó a declarar ante la fiscala Adriana Giannoni y aseguró haber disparado en defensa propia. Contó que la menor, con ayuda de dos jóvenes que estaban en la esquina de su casa, intentó asaltarlo y él se defendió.
El taxista reconoció que disparó con el arma que le había quitado a uno de los asaltantes, pero aclaró que lo hizo porque temía por su vida. La familia de la joven siempre negó esa versión.
Giannoni pidió la detención del hombre, pero el juez Facundo Maggio rechazó el planteo. “Mi defendido declaró que cuando llegaron a destino, la chica le pidió que esperara que buscara dinero en el interior de su casa. Cuando se estaba bajando del auto, aparecieron dos jóvenes armados por los costados del vehículo. La chica en ese momento le quitó el celular”, dijo el abogado defensor José Luis Robles.