“Los sacaron y se los llevaron presos”. Los vecinos que presenciaron el fuerte operativo policial desplegado en Martín Berho al 200 comentaban aún sorprendidos los detalles.
Villa 9 de Julio fue el lugar elegido para los dos nuevos procedimientos realizados por efectivos de la División Antidrogas pertenecientes a la Unidad de Lucha contra el Narcotráfico, creada en febrero por el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Hace unas semanas, la zona volvió a convertirse en noticia a partir de un enfrentamiento entre los dos grupos que “se disputan el territorio” por la venta de estupefacientes, principalmente, de pasta base. El incidente entre los integrantes de la familia Toro y los que pertenecen al clan Carrión, terminó con tres heridos de bala- uno de ellos, de gravedad-que fueron derivados al hospital Centro de Salud.
Los antecedentes entre ambos grupos también cuenta con otros heridos: un adolescente de 14 años que perdió un ojo al recibir un disparo en la cara y que desencadenó una nueva guerra entre ambas facciones.
En el allanamiento realizado a cargo del Juzgado Federal N°1, se secuestraron pastillas de Rivotril y clonazepam y se aprehendieron al menos a tres personas, según se pudo conocer, pese al hermetismo que rodea los procedimientos.
Para asegurar la efectividad de los operativos la Policía Federal cumple a rajatabla con una premisa. Cada una de las directivas generales sobre los procedimientos llegan desde Buenos Aires, a partir de un sigiloso relevamiento de las causas penales de los últimos tiempos en Tucumán vinculadas con delitos de este tipo. De esa manera, solo una persona conoce la dirección de la próxima operación. El resto del equipo que acompaña el allanamiento se “entera” prácticamente en el momento en que este se ejecuta.
El primero de los procedimientos se había llevado a cabo el miércoles en un asentamiento de Francisco de Aguirre al 2.600 en el que participaron los mismos efectivos y culminó con dos “dealers” detenidos, vinculados a la causa que se instruye en el mismo juzgado. En el lugar, además se secuestró una “tumbera”, 2.500 pesos en efectivos y 60 “ravioles” de cocaína.
Foto: La Gaceta.