Era el partido para ver si podía iniciar la remontada. Pero además era una empresa difícil. Debía ganar y perdió. Desde el comienzo trató de tener la iniciativa pero los espacios sin llenar en el mediocampo los aprovechó Lanús para empezar a construir una ventaja elaborada, aprovechándose de los insólitos yerros de los jugadores de San Martín.
El primero de José Sand llegó de esa manera. Con una pérdida capitalizada por Lautaro Acosta que asistió al goleador para facturar. A partir de allí, todo se hizo mucho más difícil para San Martín. Con la cabeza pensando en el promedio y la espada de Damocles pendiendo procuró atacar sin mucho criterio.
Jugar siempre en desventaja contra un equipo bien aceitado como Lanús, ordenado, criterioso y calmo es muy difícil. Así y todo llegó el empate de Lucas Acevedo, de la forma que siempre lo hace: ganando por arriba tras un corner. Parecía que se podía. Daba toda la impresión que arrancaba otro partido, con apenas pocos minutos del segundo tiempo.
Pero este San Martín lleno de desconciertos tiene baches insólitos que forman parte de las razones por las que está a punto de perder la categoría. Pierde pelotas inéditas en el medio. Y así llegó el segundo, apenas un minuto después del empate. Injusto. Fue como una daga atravesada en Ciudadela. Un recordatorio de tantos otros momentos en los que el Santo dilapidó ocasiones a lo largo de este torneo. Y esas cosas, hacen mucho daño en la memoria emocional de un equipo. Desde allí, San Martín fue a buscar eso que había conseguido y que se le escapó de las manos en segundos. Otra vez. Frente a un equipo que lo esperaba ordenado para salirle en contragolpe. Apenas una buena acción de Matías García, un jugadón que mereció ser el empate, entusiasmó a los hinchas.
Después, todo fue igual. Repeticiones de intentos de ataques sin mayor recurso que centros al área. Así se fue consumiendo, a pura impotencia, dibujada en el gesto de angustia de Caruso Lombardi. El equipo tucumano ocupa el último lugar en la tabla de los promedios y necesitaba sumar al menos 10 puntos en las últimas cinco fechas
Otra vez San Martín pagó cago sus errores. Y así, es imposible quedarse en primera.