Desde el 16 de octubre pasado, el gendarme jubilado Angel Armando Ayrala se encuentra desaparecido. Ese día dejó su casa en la localidad de La Madrid, donde vivía con un sobrino, sin que hasta la fecha se sepa sobre su paradero. El fiscal de Instrucción Penal de la III Nominación del Centro Judicial de Concepción, Jorge Echayde, a cargo de la causa, ordenó medidas que le brindaron datos significativos.
En ese marco investigativo se concretaron una serie de allanamientos. En San Pedro de Guasayán, fue localizado el auto de Ayrala, en poder de un sujeto que era buscado por la Justicia por otro delito, motivo por el cual quedó aprehendido. También es intensamente buscado quien lo acompañaba en el momento del secuestro del rodado. De esta manera, ambos quedaron imputados por el delito de homicidio, previo peritaje de las muestras de sangre que fueron levantadas del automóvil de Ayrala, las cuales fueron cotejadas con luminol.
El fiscal comentó que la persona desaparecida, quien se desempeñaba como remisero, dejó de comunicarse con sus familiares, cosa que hacía con regularidad. Los parientes comentaron que les resultó sospechoso el modo en el que fueron escritos los mensajes de texto que recibieron (con mayúsculas y abreviatura, cuando no solía realizarlo de esta forma). Otra de las cuestiones llamativas es que en su casa, todas sus pertenencias estaban ordenadas. Además, Echayde informó que fue encontrado el teléfono celular que había sido vendido a una vecina.
Por último, el fiscal destacó el trabajo en conjunto de la Policía de Santiago del Estero y la División Canina durante el operativo.
