El sospechoso estaba refugiado en la casa de su abuela. La noche del domingo, Franco “El Tuerto Zuela” Valdez había decidido “guardarse” después de decirle a su pareja, a grandes rasgos, lo que había pasado un momento antes. A esa hora, la muerte de Valentín Villegas era difundida por las diferentes redes sociales y creaba un clima de conmoción y fastidio entre las personas que se enteraban de la noticia. Tomó algo de ropa y le dijo que tenían que irse: de inmediato surgió la idea de que fueran al asentamiento que está ubicado en La Rinconada, camino a la Virgen, donde está ubicada la vivienda que “El Tuerto” había elegido. Primero, tomó un taxi presuntamente en calle Las Lanzas en Yerba Buena e hizo el periplo hasta San José, en la zona conocida como San Expedito donde buscó a quien era su pareja.
Lo que el sospechoso no contaba, es que un testigo le acercara a los investigadores la ubicación precisa de su escondite. Una fuente cercana a la pesquisa, indicó que ese testigo fue el conductor de un taxi que llevó a la pareja al nuevo punto en el que planeaban esconderse. Hacia allí fueron los investigadores, supervisados por Jorge Dib y Diego Bernachi luego de que la fiscal Adriana Giannoni, consiguiera el aval para realizar el procedimiento. Un equipo fuertemente armado policial ingresó al lugar mientras otro se parapetaba procurando prevenir cualquier inconveniente que pudiera surgir.
En un breve video que registra la captura de “El Tuerto”, al que tuvo acceso TucSinFiltro, se pueden escuchar algunos gritos e insultos a la policía mientras lleva a cabo la medida y saca del lugar al sospechoso antes de hacerlo subir a un vehículo de la policía. “Dejá de grabar”, dice alguien antes de que la filmación termine. En el lugar, los investigadores encontraron una remera color naranja “con manchas pardo rojizas” y un arma blanca con la que se habría perpetrado el brutal homicidio.
La gran cantidad de policías tiene su causa en un procedimiento anterior que no había terminado de la mejor manera: varios habían sido agredidos por vecinos del asentamiento en el que habían intentado una primera pesquisa sin éxito.
Sobre el acusado, con varios antecedentes en su haber, se sabe que estuvo privado de su libertad hace varios meses, que tendría serios problemas de adicción y que estuvo internado en el hospital hace un tiempo “por un problema en su pierna”, según pudo saberse.