Nicolás González Monte de Oca pasará sus próximos días privado de su libertad. Algo que podía ser considerado elemental, considerando que sobre él pesa una acusación por el homicidio de Facundo Ferreira, terminaría dándose seis meses después de que el niño de 12 años encontrara la muerte de un tiro en la nuca, durante una polémica persecución policial en El Bajo.
La detención efectiva del policía sindicado como el autor material del crimen terminó dictándose en la mañana de este miércoles por el juez Facundo Maggio; el mismo que se había negado al pedido anteriormente realizado por la fiscal Adriana Giannoni. El pedido realizado por la familia del niño y la fiscal Giannoni fue negado más de dos veces tanto por Maggio como por el juez Víctor Rougés. Hace unos días, el polémico policía protagonizó un insólito hecho al sorprender a una mujer en la calle a la que le robó su cartera: en esa ocasión fue aprehendido, ya no pudo salir más y fue puesto en disponibilidad. Antes de este hecho delictivo, el cuestionado efectivo seguía cumpliendo “servicio pasivo” en la fuerza, pese a las quejas de la familia del menor, que insistía en que “Montes de Oca era un delincuente”
Las idas y vueltas de los jueces para dictar una medida que es común y corriente en la mayoría de los casos de homicidios llamó la atención de los allegados de Ferreira, sus abogados y diferentes organizaciones que acompañan los reclamos de la familia del niño.
El 8 de marzo pasado, el niño fue acribillado durante una persecución protagonizada por dos policías: uno de ellos era Montes de Oca, sindicado como quien jaló el gatillo del arma con la que asesinarían a Ferreira.
