Ulises Kuznesov, un joven de 24 años se acaba de convertir en el primer tucumano en ascender a una montaña de más de 8.000 metros en el Himalaya. “No concibo mi vida sin la montaña. Me veo siempre en esto, como actividad, como hobby, como trabajo. La filosofía de la montaña me gusta y me gusta trasladarla a la ciudad”, dice Kuznesov.
Lo de romper récords lo hace en serie. También es el argentino más joven en hacer cumbre en uno de los picos de ese cordón montañoso.
Kusnezov es nieto e hijo de montañistas. Su vida en la naturaleza logró que sean pocas las situaciones en las que el miedo lo dominó, aunque siempre mostrara respeto. La hazaña se produjo el último jueves, a la 1:33 de la madrugada de nuestro país, tras más de 10 horas de ascenso junto al porteño Matías Emiliano Marín de 39 años.
El joven coronó la cumbre del Manaslu, de 8.163 metros sobre nivel del mar, uno de los “ochomiles” que está en Nepal. El Manslu es la octava montaña más alta del mundo, ubicada en el macizo Mansiri Himal, en la zona centroccidental de ese país asiático.
Como entrenamiento, Kuznesov y Marín realizaron en agosto el primer ascenso invernal al macizo Nacimiento, un grupo de cumbres catamarqueño que supera los 6.000 metros sobre el nivel del mar, llegando a la cima del denominado Nacimiento II, con 6.446 metros tres días después de haber escalado el Nevado El Muerto, de 6.505 metros.
Ambos andinistas llegaron hasta la cima sin utilizar oxígeno ni sherpas, los guías nepaleses que acompañan a los expedicionarios.
Otros logros
Ambos andinistas están en el Argentina Top 10, un programa que comenzó a desarrollarse desde los años 1990 y consiste en hacer cumbre en las diez montañas más altas de nuestro país. A la vez los dos deportistas también están en el “Volcanic World Top”, otro programa específico de los volcanes más altos del mundo, con más de 6.500 metros de altura, ubicados todos en esta parte del mundo: Andy ascendió a los 11 más altos, pero a Marín aún le resta pisar la cúspide del Tres Cruces Central.
