Una jovencita de 17 años contó entre llanto a su padre que un vecino de 70 años había abusado de ella cuando se dirigía al colegio.
El jueves, tras un día completo de angustia y malestar, una adolescente se acercó a su padre para relatarle lo que había vivido el miércoles al mediodía cuando caminaba sola rumbo al colegio. Tras escuchar atentamente a su hija, el hombre se hizo presente en la sede policial para realizar la denuncia correspondiente.
La alumna se dirigía por el Pasaje Félix Mothe y al llegar a la intersección con Avenida Américo Vespucio cruzó de vereda. En ese momento fue interceptada por un hombre de aproximadamente 70 años de edad, al que reconocen como un vecino que “siempre está sentado en la vereda de su domicilio”. Primero, el sujeto le pregunta a la chica si conocía a una persona que vive en la zona, a lo que ella le responde que sí. Luego, comienza a indagar si salía de la noche o los fines de semanas lo que asustó a la menor que no le contesta nada. Ante el silencio, el violento comienza a forzar una charla hasta que sujeta de la mano e intenta besar a la jovencita, que comienza un forcejeo para escapar pero no lo logra.
El hombre ahora le toca las piernas e intenta hacerla ingresar su casa. La muchacha toma una fuerza inusitada y le propina un fuerte empujón a su ahora atacante. Logra soltarse y escapa del lugar corriendo. Atinó primero a subir al colectivo y dirigirse al colegio.
La víctima decide pasar el día en silencio, sin dar detalles de su estado de ánimo a nadie. Volvió a casa de la misma manera. Pasó la noche y recién por la mañana pudo contar a su familia lo que había vivido.
“Abuso sexual sin acceso carnal” es el nombre de la causa que se inició en contra del atcanate del que solo se sabe su dirección. Desde la fiscalía I° se ordenó realizar la constatación domiciliaria del acusado para poder determinar la identidad.
