El chofer de Pocho, imputado por el homicidio de Priscila Paz, declaró ante la justicia y relató como fueron los últimos días de vida de la joven.
Priscila Paz trabajaba en un hotel alojamiento en El Manantial, el 22 de junio desapareció cuando salió de su trabajo a las 7 de la mañana. Fue hallada sin vida 9 días después en un cañaveral cercano a su casa en San Pablo.
Por el hecho hay nueve detenidos, uno de ellos trabajaba como chofer de otro de los imputados conocido como “Pocho”. Fue él quién detalló como los otros acusados asesinaron a Priscila.
Según fuentes judiciales, el chofer de Pocho contó que vio cuando Priscila llegaba a la vivienda de “Borolo”. De acuerdo a sus dichos, en esa casa estaban tomando bebidas alcohólicas desde el sábado 21 “Pocho”, “Borolo”, “Cancán” y una mujer apodada “Kingkona” (todos imputados en la causa).
De acuerdo a su relato, la mañana del domingo 22 Priscila habría llegado acompañada por un sujeto al que le dicen “el Santiagueño”, quien habría ido a buscar a la joven a la parada del colectivo.
El chofer, además aclaró que él no quiso entrar ese día a la vivienda porque vio “fea la cosa”, por lo que se retiro a las 11.30 a su casa para almorzar con su familia, dejando la camioneta Chevrolet S10 que regularmente conducía.
En su relato, el empleado de “Pocho” asegura que alrededor de las 18 de ese mismo día su jefe lo llamó para que volviera a la casa de “Borolo” y luego fuera a comprar “porquerías” en las cercanías del Mercofrut. Al regresar, se quedó en la casa de “Borolo” hasta la medianoche del domingo, sin embargo asegura que no vio nada.
Un lunes (no específica la fecha alegando que no recuerda) dice que alrededor de las 7 de la mañana, el testigo recibió un llamado de “Pocho” pidiéndole quelo buscara a la noche de su casa. Al llegar, asegura que vio a Priscila drogada, borracha y que se la notaba perdida.
Con ese panorama, todos subieron a la camioneta camino a San Pablo. Al llegar al lugar indicado a la vera de la ruta 301, bajaron Priscila, “Pocho”, “Borolo”, “Cancán” y “la Kingkona”, para internarse 50 metros dentro de un cañaveral.
El conductor de la camioneta, relató que pasó media hora hasta que regresaron todos, menos Priscila.
Por otro lado, en su testimonio asegura que no escuchó nada de lo que sucedía porque estaba lejos y afimró que, cuando los acusados volvieron del cañaveral tenían las zapatillas mojadas y “Pocho” sangre en el pantalón.
Luego, todos regresaron a la casa de “Borolo” donde dejó la camioneta S10. Finalmente, el chofer declaró que “Pocho” y “Borolo” lavaron la camioneta. En su opinión “Pocho” podría haber asfixiado a Priscila y luego asesinado con un hierro.