Carlos Rafael Valenzuela, tenía 17 años y murió en un accidente el domingo pasadas las 20 en Alderetes. La motocicleta con la que circulaba chocó a un ómnibus de la Línea 122. Según algunos testigos, el joven estaba compitiendo en las carreras clandestinas.
Por razones que se intentan establecer, el interno 41 de la empresa La Nueva Fournier circulaba por la Autopista Presidente Perón (a 100 metros aproximadamente de Transporte Sevillanita) y en sentido contrario la moto cuando impactó. El conductor del rodado más pequeño quedó en la banquina.
Cuando el chofer Carlos Melián se acercó para ayudarlo, personas lo agredieron y le tiraron piedras, por lo que se fue a la comisaría junto a los pasajeros para radicar la denuncia y ofrecer los testigos del choque.
La Policía cuando llegó al lugar se llevó una gran sorpresa: no encontró la motocicleta. Al parecer el dueño del vehículo se lo había llevado.
Valenzuela, estaba con su novia de 19 años en una fiesta. Según declaró la joven, el chico pidió un vehículo prestado y se fue a la “picada” donde minutos más tarde se produjo el siniestro vial.
Al poco tiempo, un chico de 18 años se hizo presente en sede policial para confirmar que él era el propietario de la moto y que s ela había llevado porque vio que el colectivo se iba del lugar. Además, dejó constancia que la víctima fatal era su amigo al que le había prestado el vehículo para ir a comprar cigarrillos, desconociendo que iba a ser usada para competir con otros vehículos.
La Justicia determinó que no quede ninguna persona detenida. Mientras tanto la Policía sigue investigando el caso.