Por Sergio Silva Velázquez– Mientras velan los restos de Priscila Paz, la joven de 27 años, cuyo cadáver fue encontrado en un cañaveral, a metros de la ruta 301 y muy cerca de su propia casa, la policía avanza en la investigación de un caso que tenía, en las últimas horas del martes, nada menos que 9 implicados. Siete hombres y dos mujeres. El número de detenidos habla de diversas hipótesis que son abordadas por estas horas por los investigadores. La principal se desprende de las señales que presenta el cadáver: la joven fue interceptada y golpeada sin piedad luego de ofrecer una tenaz resistencia. Todo habría sucedido luego de las 7 de la mañana del domingo 22 de julio, luego de que la joven bajara del colectivo y volviera sobre la ruta unos cincuenta metros hacia el camino vecinal que la llevaba hasta su casa. Allí, según una línea de investigación, tuvo la desgracia de encontrarse con quienes la atacaron con una inusual agresividad. El cadáver presenta, además de diversos hematomas, una marca a la altura del cuello que indicaría que pudo haber sido asfixiada. La autopsia arrojará otros detalles que necesita la fiscal María del Carmen Reuter para confirmar la alevosía del crimen.
Para los pesquisas, cada uno de los sospechosos viene a cumplir un rol específico que explicaría el truculento final de la joven que salió el domingo de su trabajo en el motel “El Ovni” para volver a su casa en San Pablo. En una imagen de una cámara de seguridad, analizada por los investigadores, se ve a la joven salir del hotel y cruzar la ruta, aunque por la posición de la misma la toma no muestra el instante en que sube al colectivo.
Todo era parte de una rutina específica que no podía demandar mucho más que tomar el colectivo “El Provincial”, tal como solía hacer. Pedro, el padre de Priscila, con el que sentía una especial unión, acostumbraba a esperarla cada vez que venía en el colectivo, sobre la ruta. Lo hacía, paradójicamente, por un tema de seguridad. Para que ella no caminara sola los 150 metros que separaban la ruta de casa en la que vivían ambos junto al hermano de Priscila y el hijo de esta. Sin embargo, el domingo 22 de julio, el hombre llegó unos minutos más tarde a la parada. Le extrañó que Priscila no hubiera llegado pero pensó que la joven se había quedado a hacer un turno extra en el hotel, tal como en ocasiones solía hacerlo. Sólo con el paso de las horas se percató de que algo iba mal.
La vida de Priscila, transcurría entre el trabajo como mucama del hotel y la crianza de su hijo. No tenía una vida social demasiado activa y mantenía un fuerte vínculo con su padre. Quienes dicen conocer los pormenores de sus rutinas, catalogan a la joven como “alguien seria”.
Los sospechosos
¿Puede una joven con ese perfil haber mantenido un contacto con una persona que le enviaba mensajes constantes? Aunque parezca improbable, una línea de investigación aborda esta posibilidad. Los primeros aprehendidos son precisamente, quienes habrían tenido acceso al teléfono celular de la joven: un celular que fue manipulado y al que se le colocó otro chip conforme los pesquisas constataban que se había activado varias veces luego de su desaparición, tal como lo demostraba la conexión automática con el Facebook de Priscila. Por ello, la primera hipótesis es que la joven fue asesinada luego de ser interceptada por los sospechosos que le robaron el celular. El primer detenido es un conocido de la joven-oriundo de Salta-que habría utilizado el teléfono de la víctima. Además, los investigadores secuestraron su auto que es analizado por los especialistas.
Conforme los días fueron pasando, el cerco sobre el primer aprehendido se cerró y emergieron a la luz los nombres de los otros sospechosos. El segundo sería quien ingresó a una de las redes sociales con el perfil de la joven asesinada.
En tanto, otras tres personas que aparecen vinculadas por un hilo en común: las drogas. Dos de ellos, los posibles autores materiales del asalto y el homicidio tienen problemas de adicciones y el tercero es quien presumiblemente les vendía las sustancias.
Un sexto hombre fue detenido durante la tarde del martes, en el momento en que los familiares reconocían en la Morgue Judicial que el cadáver hallado era, efectivamente, el de Priscila. Dos mujeres también fueron demoradas. Una por haber omitido información a la hora de ser interrogada sobre datos del teléfono celular de su pareja. La otra por figurar en el informe de las comunicaciones que se hicieron con el aparato telefónico. Durante las pesquisas, los investigadores también secuestraron una camioneta color oscura, el vehículo en el que el cuerpo de la joven podría haber sido trasladado. Los vecinos afirman que estuvieron realizando rastrillajes en el cañaveral donde apareció el cadáver, pocas horas antes. ¿Fue plantado el cuerpo? Por ahora , esta es una posibilidad que analizan pese a ser esa una alternativa compleja.
Los últimos tres sospechosos se sumarían al llegar la noche del martes. El paso de las horas dirá si Priscila fue víctima de un caso típico de inseguridad o si existe la posibilidad de que la trama de su muerte forme parte de algo más complejo que los pesquisas intentan dilucidar.
