Su casa de Lomas quedó a oscuras por un corte. La empresa dice que no tenían registrada la necesidad especial del chico, que sufría una parálisis cerebral. Pero la madre afirma que había avisado.
Valentino Ladislao (5) sufría parálisis cerebral y era electrodependiente. El lunes pasado cortaron la luz en su casa del barrio Villa Centenario, en Lomas de Zamora. Pasó 14 horas sin suministro y murió.
La madre tenía una deuda con la prestadora de más de 60 mil pesos. Sin embargo, desde la empresa Edesur aseguran que “se trató de una interrupción programada en la zona” y que ellos no tenían registro de que allí había un nene que necesitaba de la electricidad para vivir. Desde la Asociación Argentina de Electrodependientes, en tanto, esperan “el resultado final de la autopsia para iniciar las acciones legales que correspondan”.
“A las 7 de la mañana del lunes se fue la luz. Yo me acerqué a una cuadrilla que se encontraba en la esquina de mi casa. Me dijeron que estaban haciendo unos arreglos y que iba a estar cortado hasta las 19. Les dije que tenía un nene electrodependiente, que necesitaba electricidad”, cuenta a Clarín Mariana Medina (32), mamá de Valentino, que hoy es pura “angustia y bronca”.
Su nene había sufrido un accidente a los dos años, cuando su hermana pateó una ventana y un pedazo de vidrio se le incrustó en el corazón. Como consecuencia de ello, sufrió una obstrucción en un ventrículo que le provocó parálisis cerebral. Le realizaron una traqueotomía y, desde entonces, se volvió vital para él que le aspiraran en forma constante los restos de mucosidad que presentaba. Además, empezó a usar un concentrador de oxigeno. “No era la primera vez que nos cortaban la luz por muchas horas. En las otras ocasiones, Valentino había aguantado. Esta vez, no lo logró”, sigue su madre.
Asegura que llamó varias veces a la compañía. “Primero con mi número de cliente pero, como debía más de 60 mil pesos, me contestaban que no me podían dar información sobre el corte porque era deudora. Yo avisé que tenía un nene electrodependiente, que sin luz se podía morir. También llamé con el número de cliente de mi abuela, de mi tío y hasta de un vecino, pero no logré nada”, relata Mariana, que no quiso llevarlo al hospital ya que, según afirma, sabía que había un brote de bronquiolitis y no quería exponer a su hijo.
“Los médicos siempre me decían que había que llevarlo sólo en situaciones extremas para evitar las infecciones intrahospitalarias. Tenía un tubo de oxígeno, que no es lo mismo que el concentrador, pero me imaginé que con eso iba a superar las horas sin luz”, agrega.
Pasadas las 19, al ver que la electricidad no volvía, pidió ayuda al padre de su hijo, quien se acercó para intentar arreglar un grupo electrógeno que le habían donado hacía un tiempo pero que no funcionaba. “Alrededor de las 20.40, pudimos prenderlo y ahí lo aspiré. Pero fue tarde. A las 21.10 dejó de respirar”, dice Mariana con la voz entrecortada.
Lo siguiente fue salir corriendo al Hospital Evita. Cuando llegó, le confirmaron que Valentino estaba muerto. “El informe preliminar de la autopsia dice que el fallecimiento se produjo por un paro cardiorrespiratorio. Ayer (por este sábado) me entregaron el cuerpo y hoy (por el domingo) lo enterramos”, suma la mamá del pequeño.
Mauro Stefanizzi, papá de un nene electrodependiente y miembro de la Asociación Argentina de Electrodependientes, dice a Clarín que están esperando el resultado final de la autopsia “para iniciar acciones legal”. “Además, vamos a manifestarnos frente a la sede central de Edesur para que no haya más Valentinos”, remarca.
El 17 de mayo de 2017 entró en vigencia una ley para garantizarles el suministro en forma gratuita a todas las personas electrodependientes. “Para acceder a ello hay que inscribirse, el primer paso es a través del Ministerio de Salud: se debe llenar un formulario y acompañarlo con una constancia firmada por un médico. En 20 o 30 días te tienen que contestar. Sin embargo, sabemos que en algunos casos están demorando hasta siete meses”, señala Stefanizzi. Consultados al respecto, desde el Ministerio de Salud de la Nación no dieron respuesta.
La madre de Valentino, en tanto, cuenta que desconocía los detalles de la norma, por lo que no había iniciado ese trámite.
Por su parte, fuentes de Edesur aclararon que “no se interrumpió el suministro de energía en el domicilio por la deuda– que efectivamente era de más de 60 mil pesos- sino que se trató de un corte programado por obras en la zona”. A su vez, aseguraron que “no sabían que en esa casa vivía una persona electrodependiente ya que esa situación no había sido registrada”.
“El trámite para anotar a una persona electrodependiente hay que hacerlo en la oficina comercial. En el call center pueden decir cualquier cosa, el tema es que la persona esté registrada. En esos casos, cuando el electrodependiente figura en nuestro sistema, el suministro está garantizado”, dijeron en la distribuidora.