Una niña de 12 años quedó embarazada en Salta como producto de una violación cometida por un familiar que fue detenido, en el segundo caso similar que se conoce en Salta en menos de 20 días, y su familia pidió que se le practique un aborto.
El pedido se basa en la legislación nacional que está vigente en Salta desde hace tres semanas y que reemplazó un protocolo provincial que oponía algunas barreras.
El nuevo caso de embarazo infantil -el anterior, que se conoció el mes pasado, era el de una niña de 12 años violada por su padrastro- es el de una nena del norte provincial que fue abusada por un hermanastro, el cual ya fue detenido.
La menor de once años ingresó acompañada de sus padres al Hospital Materno Infantil y fue en ese momento en el que se confirmó que estaba embarazada. Los padres de la nena optaron por pedir la interrupción del embarazo, bajo el amparo del protocolo nacional para el aborto no punible, vigente desde hace tres semanas en Salta.
El protocolo reemplazó al decreto provincial 1.170 que imponía condiciones más restrictivas en el proceso por el que una víctima de violación podía acceder a la práctica de un aborto sin ser penalizada, derecho que confirmó la Corte Suprema de Justicia en un fallo dictado hace seis años.
El 24 de mayo pasado, el gobernador Juan Manuel Urutubey derogó un decreto local que había firmado en 2012, luego de la amplia repercusión mediática que tuvo el caso de una nena de 11 años, quien quedó embarazada por el abuso de su padrastro.
La niña fue atendida en el Materno Infantil cuando cursaba 19 semanas de gestación, siete más del límite que fijaba el protocolo provincial para practicar un aborto. La menor, junto con su madre, decidieron finalmente continuar con el embarazo, mientras que diversas ONGs, entre ellas el Foro de Mujeres por la Igualdad, aseguran que existieron influencias por parte del Gobierno provincial para esa conclusión.