Cerca de las 17.20 del viernes se produjo una disputa familiar que terminó con una toma de rehenes y el secuestro armas de fuego en una vivienda de la esquina de las calles México y pasaje Catamarca.
Un llamado anónimo al 911 puso en alerta a la policía que llegó al lugar en medio de la tensión que por esos minutos se vivían.
En el lugar funciona un kiosco del que fueron desalojados dos empleados por unos sujetos que se presentaron como efectivos de las fuerzas de seguridad. Según fuentes policiales, dentro de la vivienda quedó una mujer, que fue retenida contra su voluntad por estas personas, que en realidad eran dos familiares, acompañados por otros dos cómplices.
El clima hostil y las amenazas, sumadas a la dilatación de la escena obligaron a que la justicia ordenara la intervención del Grupo CERO, el cual procedió a cercar la manzana.
Durante 40 minutos los mediadores negociaron hasta que tres de los atrincherados optaron salir por su propia voluntad.
Los uniformados, especializados en este tipo de conflictos, ingresaron al lugar y pudieron reducir a un cuarto sujeto para asegurar la zona. La mujer fue rescatada a salvo mientras que los cuatro detenidos fueron trasladados a la comisaría 5ª.
