Durante la mañana, familiares y allegados, se manifestaron frente a Tribunales por el esclarecimiento del caso. Creen que la adolescente está viva y es víctima de una red de trata de personas.
A un año de la desaparición de Daiana Garnica, familiares y allegados a la joven, junto a organizaciones de derechos humanos, realizaron una marcha frente a los Tribunales de Sarmiento al 400 para reclamar el esclarecimiento del caso y su aparición.
Susana Cisneros, mamá de la adolescente, se quejó porque pasó un año de la desaparición de su hija y no tienen novedades respecto al avance de la causa.
“Realmente no sé si se está haciendo una investigación a fondo, no tenemos ninguna novedad y no entiendo porqué”, expresó la mujer.
“Con mucho dolor le digo al Estado, al Gobierno y a la justicia que estamos desesperados y que necesito a mi hija”, clamó Susana entre llantos.
Según Cisneros, en varias oportunidades pudieron charlar con el fiscal, pero nunca obtuvieron una respuesta concreta. “Siempre nos dicen lo mismo, que están buscando y no tenemos ninguna novedad. Dicen que investigan y no nos dicen nada, hace un año que no sabemos nada”, reiteró.
Susana contó que junto a sus hijas viven un calvario porque reciben amenazas constantemente. “Mis hijas no pueden salir a trabajar y a mi otra hija la tuve que sacar de la escuela. No tenemos ayuda, ni apoyo de nadie”, afirmó.
Para finalizar, la mamá de Daiana solicitó al Gobierno o a quien pueda hacerlo que realice un aporte para se aumente la recompensa que ofrecen por Daiana, que en la actualidad es de $150 mil.
Los familiares de Daiana creen que la adolescente está viva y es víctima de una red de trata de personas. Sostienen que Darío Suárez, el principal sospechoso del caso, hizo de entregador.
Según esa hipótesis, Suárez se habría aprovechado de la confianza que le tenían los Garnica, ya que eran vecinos del barrio Julio Abraham de Alderetes.
La posibilidad de que Daiana haya sido víctima de una red de trata de personas fue sostenida por su familia desde el primer día.
Actualmente, el fiscal Bonari investiga la hipótesis del homicidio, mientras que el fiscal federal Pablo Camuñas trabaja la pista del secuestro por parte de una red de trata de personas.