La localidad de La Cocha está conmovida con el doble filicidio protagonizado por María José Alvarez, de 20 años. Las víctimas de 3 años y de siete meses murieron luego de que Alvarez utilizara una almohada con la que habría asfixiado a sus hijos Nicole y Máximo.
Después, la joven intentó suicidarse arrojándose desde el techo de su vivienda, de una altura de cuatro metros y medio y se arrojó pese a que pudieron amortiguar su caída: los vecinos, al tanto de la situación, intentaron durante minutos disuadirla lo que dio tiempo a que llegaran los efectivos de bomberos que se ocuparon de la situación. Los uniformados lograron amortiguar su caída.
Según los vecinos, nada hacía pensar que la joven tuviera motivos para asesinar a sus hijos, quienes eran fruto de dos relaciones diferentes. Algunos incluso describieron que “era cariñosa” con sus hijos. El viernes, no obstante, la mujer protagonizó un incidente con el padre del más pequeño de sus hijos. Por ese motivo, la criatura había quedado abandonada en la casa por lo que una vecina tuvo que encargarse de ellos. Según José Gómez, el padre de Máximo, el hijo más pequeño estaba por iniciar el trámite para reclamar la tenencia de la criatura. Alvarez vivía sola en una casa prestada y no trabajaba, solo podría haber estado cobrando un plan social, la pensión que le pasaban sus ex parejas y además se las rebuscaba vendiendo productos cosméticos en esa zona.
Las peleas entre Gómez y la joven habrían tenido como origen una supuesta relación que mantenía ella con un hombre casado en la zona. Esto habría detonado la reacción de la joven que terminaría por tomar la terrible decisión. El fiscal Miguel Varela investiga el caso tomando el contexto de la presunta relación sentimental que habría detonado el doble homicidio.
Foto: Osvaldo Ripoll